Mallorca ha sido durante mucho tiempo el lugar predilecto en España para los turistas, residentes y propietarios de segundas residencias alemanes, no obstante, datos recientes sugieren que la isla mediterránea está perdiendo su atractivo entre su principal mercado turístico.
Los alemanes siempre han constituido un mercado crucial para la industria turística e inmobiliaria española.
En términos numéricos, los alemanes suelen situarse entre los tres principales turistas extranjeros en España, junto con británicos y franceses, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Durante el primer trimestre del presente año, más de 2,1 millones de alemanes visitaron España, y Mallorca siempre ha sido su destino favorito.
La fascinación alemana por la mayor de las Islas Baleares se remonta a las décadas de los 60 y 70, consolidándose en las siguientes décadas mediante la adquisición de propiedades en la isla, más allá de limitarse a vacacionar en ella.
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“Las viviendas eran muy baratas, se creó un ‘boom’ inmobiliario, dado que el marco alemán era muy fuerte frente a la peseta”, explicó Antonio Salvà, catedrático emérito de Geografía Humana de la Universidad de las Islas Baleares, al Diario Ara. En los 80 y 90, los compradores alemanes en Mallorca también se vieron atraídos por los beneficios fiscales que obtenían en su país por las inversiones en el extranjero.
Las propiedades se vendían a precios que parecían muy elevados para la población local, pero que en realidad resultaban muy asequibles para los alemanes de la época. La falta de relevo generacional en el campo mallorquín creó un clima propicio para la venta de propiedades y terrenos a alemanes, quienes construyeron villas alejadas de las zonas ruidosas de fiesta de la isla.
En 1993, el diputado alemán Dionys Jobst llegó incluso a proponer la compra de Mallorca por parte del gobierno alemán.
Dada la libertad de movimiento de la UE, es imposible saber con precisión cuántos alemanes residen en Mallorca, pero se estima que, durante décadas, la cifra ha fluctuado entre 15.000 y 60.000, incluyendo probablemente a muchos propietarios de segundas residencias.
Sin embargo, este verano han sido numerosos los artículos en la prensa española que sugieren que España —y con ella, Mallorca— está perdiendo su atractivo entre los alemanes.
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Líderes empresariales y asociaciones de empleadores han expresado su preocupación por un descenso sostenido en el número de turistas alemanes, lo cual tiene un efecto dominó en otros sectores, como la hostelería y la vida nocturna, que dependen en gran medida de los visitantes extranjeros.
En julio, las pernoctaciones de turistas alemanes cayeron un 7 por ciento, con 346.000 estancias menos.
Según cifras confirmadas por la Asociación de Empresas de Transporte de las Islas Baleares, las reservas de autobuses turísticos para los meses de julio y agosto también disminuyeron un 20 por ciento en comparación con el año anterior.
Lo mismo aplica a la población residente alemana en Mallorca. El Instituto Balear de Estadística (Ibestat) reporta que esta ha descendido de 31.096 en 2011 a 15.385 en 2021.
Entonces, ¿por qué los alemanes se han desenamorado de Mallorca y España?
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El incremento de los costes
Una de las principales razones es que España, y particularmente Mallorca, ya no ofrecen la buena relación calidad-precio que los alemanes obtenían antes.
Los turistas alemanes están optando por otros destinos más económicos dadas las acusadas subidas de precios aquí en los últimos años. Como señaló el sitio de noticias español Xataka: “Para los españoles, viajar a Mallorca cuesta tanto como viajar a Bali”.
Los costes se han disparado en España en los últimos años, tanto para turistas como para residentes. El aumento medio de precios en hoteles fue del 6,5 por ciento en comparación con el primer semestre de 2025.
Comer fuera también se ha vuelto más caro en España. Según el Índice de Precios al Consumo (IPC) de España, el coste de comer en restaurantes subió un 4,2 por ciento desde marzo del año pasado. Y el precio del menú del día aumentó una media del 6,1 por ciento en el último año.
Varios destinos también han incrementado o introducido tasas turísticas este año, encareciendo aún más las vacaciones.
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La creciente animadversión hacia el turismo
No es ningún secreto que en los últimos años ha habido un creciente rechazo al turismo en España, particularmente en algunos de los destinos más populares como Barcelona, las Islas Baleares, las Islas Canarias y Málaga.
El año pasado, se registraron decenas de protestas antiturismo en todo el país, y varias de ellas tuvieron lugar en Mallorca y las Baleares.
Aunque en su mayoría son manifestaciones sobre el impacto que los alojamientos al estilo Airbnb tienen en el mercado de la vivienda, la retórica más extrema ha sido considerablemente xenófoba.
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Los vecinos del pueblo mallorquín de Santanyí incluso dirigieron sus consignas contra turistas alemanes, con grafitis plasmados en las calles que decían: “Alemanes fuera”.
Muchos alemanes, incluidos periódicos nacionales, respondieron con sorpresa y descontento ante estas manifestaciones y letreros.
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Los residentes alemanes comparten las quejas de los locales
Sin embargo, no son sólo los turistas alemanes los que parecen haberse desenamorado de España. Algunos residentes alemanes se han vuelto cada vez más críticos con su vida en Mallorca, quejándose de muchos de los mismos problemas que los españoles, como los problemas sociales, el alza del precio de la comida, los alquileres inasequibles, la escasez de vivienda y la masificación.
Según el periódico mallorquín Última Hora, estas son las razones por las que muchos residentes y propietarios alemanes en Mallorca están vendiendo, haciendo las maletas y regresando a su país.
El sitio de noticias entrevistó a varios residentes alemanes en Mallorca que ahora consideran la isla demasiado cara e insostenible para seguir viviendo en ella.
De acuerdo con German IPM Real Estate Services, los precios de alquiler en las Islas Baleares experimentaron un aumento significativo del 30 por ciento en un año, en 2024.
El crecimiento medio anual del precio de la compra de una propiedad en Mallorca es del 10,5 por ciento, la subida más alta de los precios inmobiliarios en España.
De hecho, el imparable aumento del precio de la vivienda en la isla hace preveer que, a finales de este año, es probable que las propiedades sean más caras que la media en Alemania.