Por qué el Reino Unido lidera Europa en el teletrabajo

El teletrabajo está transformando la vida cotidiana en el Reino Unido. Crédito: RyanKing999 via Canva.com

En todo el Reino Unido, cada vez más trabajadores reducen su “commute” a menos de 30 segundos: de la habitación a la cocina. Según datos publicados el 20 de junio de 2025, el país lidera en Europa en días de teletrabajo en promedio. Los empleados británicos trabajan 1.8 días por semana desde casa, más que en Alemania, Francia y Países Bajos. Pero no se trata solo de hábitos pospandémicos, sino de adaptación a diferencias de clase cultural y seguridad laboral, y de cómo el Reino Unido desarrolló un modelo que otros aún debaten.

Datos globales y estudios conductuales lo respaldan. Estas cifras revelan una brecha en cómo Europa percibe la flexibilidad y cómo la gente quiere vivir. ¿Por qué el RU va tan adelantado? ¿Y quiénes se quedan atrás?

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El Reino Unido, líder en teletrabajo

¿Crees que el teletrabajo surge por presiones culturales y logísticas actuales? Empieza en la oficina: los desplazamientos en el RU son caóticos.

Londres, especialmente, es un máster en estrés de transporte: masificado, caro y con poca capacidad. Además, su economía depende de sectores como medios y finanzas.

Quizá la razón clave es que el RU da más voz al empleado. Los gerentes británicos adoptan políticas híbridas con más facilidad, incluso sin restricciones.

Esa decisión temprana cambió el ritmo laboral a largo plazo. Mientras otros países vuelven a la oficina por inercia, el RU se pregunta si vale la pena.

Comparativa con Europa

El RU lidera, pero Finlandia, Alemania y Portugal no le van muy a la zaga, con 1.4 a 1.7 días semanales. Más al sur o este, la tendencia decae:

  • Finlandia (1.7 días): Confía en sus empleados y prioriza equilibrio laboral. El teletrabajo está integrado en su sistema.
  • Alemania (1.6 días): Cautelosos pero prácticos. El modelo híbrido crece en Berlín, Frankfurt y núcleos de oficinas.
  • Portugal (1.5 días): Sorpresa. Buena infraestructura digital y escena tech, más incentivos post-COVID, lo impulsan.

Los más rezagados, que están volviendo a la oficina:

  • Francia: Aunque digitalizada, prima el presentismo. Solo 1 día en casa es norma.
  • España e Italia: Adopción desigual. En grandes ciudades sí, pero fuera de Madrid o Milán domina la oficina.
  • Grecia (0.6 días): Uno de los índices más bajos. Inestabilidad económica y modelos organizativos anticuados frenan el cambio.

En el RU, el 58% de oficinistas dejarían su trabajo si les obligaran a volver full-time (King’s College London).

Mientras británicos trabajan desde salones, otros en Europa siguen en rascacielos, preguntándose si el cambio fue real.

¿Qué sigue?

El RU parece una excepción, pero las excepciones marcan tendencias. Encuestas globales indican que el trabajo híbrido ya es una realidad estructural.

En economías que lo adoptaron pronto hay avances: en Alemania los sindicatos negocian cláusulas híbridas; Portugal amplió derechos de desconexión; incluso en Francia, donde lo presencial sigue siendo norma, hay pequeños cambios.

Pero hay resistencia. En el sur de Europa, la flexibilidad se ve como privilegio, no derecho. Y en sectores como salud o logística, el debate casi no existe.

El giro: la presión vendrá de los trabajadores, no de gobiernos. Si los profesionales digitales negocian flexibilidad transfronteras, se convertirá en estándar de mercado.

El RU no solo lidera Europa. Silenciosamente, está definiendo cómo podría ser el continente en cinco años… si deciden seguirlo.

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