Robots policías humanoides podrían incorporarse pronto a la plantilla local de Granada.
Crédito: Chandra Nur Satwika, Shutterstock
Granada se aproxima a un futuro que, hasta hace bien poco, sonaba más a ciencia ficción que a realidad. El ayuntamiento ha anunciado planes para introducir un robot humanoide en la Policía Local, una medida que podría convertir a Granada en una de las primeras ciudades españolas en experimentar con la inteligencia artificial en el servicio público.
Esta iniciativa se enmarca en G-Move, un plan más amplio para mejorar el tráfico, la seguridad y la movilidad en la ciudad mediante tecnología inteligente. La meta es sencilla: agilizar la gestión de los servicios públicos, haciéndola más eficiente y, en idealmente, más inteligente.
Una mano auxiliadora, no un reemplazo
No espere ver al robot dirigiendo el tráfico o patrullando las calles por su cuenta a corto plazo. Inicialmente, prestará asistencia en tareas administrativas, aprendiendo y adaptándose gracias a la inteligencia artificial. Posteriormente, si todo marcha bien, podría colaborar en labores de control de tráfico, aunque siempre bajo la estrecha supervisión del personal municipal.
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Los responsables municipales insisten en dejar una cosa clara: no se trata de sustituir a las personas. «Hablamos de apoyo, no de sustitución», aclararon. «El objetivo es que nuestros agentes dispongan de más tiempo para centrarse en lo que realmente requiere del juicio humano».
El proyecto se halla aún en su fase embrionaria y depende en gran medidad de cinco millones de euros en fondos europeos para la innovación. Sin ese respaldo, el plan futurista de Granada seguirá siendo solo un concepto.
«No queremos generar expectativas poco realistas», explicaron fuentes del consistorio. «Todo depende de que se apruebe la financiación europea, que aún está pendiente».
De materializarse la financiación, el humanoide podría asumir con el tiempo más funciones, quizá auxiliando en la coordinación de la limpieza urbana u otros servicios públicos.
Ciudad inteligente con corazón humano
El plan de Granada la sitúa en la creciente lista de ciudades europeas que apuestan por la tecnología inteligente para mejorar la vida cotidiana. El robot, impulsado por IA, estará diseñado para comunicarse, aprender de la experiencia y adaptarse a distintas situaciones, de forma similar a modelos ya en uso en China para asistencia comunitaria y gestión de multitudes.
Lo que dota de singularidad al proyecto granadino es el equilibrio que pretende alcanzar. No se trata de crear una fuerza policial futurista, sino de hallar nuevas formas para que la tecnología colabore con las personas, no que ocupe su lugar.
La combinación de la riqueza histórica de la ciudad y su ambición moderna la convierten en un terreno de prueba idóneo. Aunque es mundialmente conocida por la Alhambra y su encanto histórico, Granada también demuestra una firme determinación de incorporar la innovación a la gestión diaria.
Aproximando la policía a la ciudadanía
Paralelamente a esta propuesta high-tech, la ciudad ha lanzado otro proyecto más terrenal: la Oficina de Policía de Barrio Móvil.
La idea es fortalecer los vínculos entre la ciudadanía y los agentes llevando la policía directamente a las comunidades locales. Cada semana, la unidad móvil visitará un barrio de cada uno de los ocho distritos de Granada, instalándose durante un par de horas en puntos concurridos como plazas, centros cívicos o calles comerciales.
Los vecinos podrán hablar directamente con los agentes, plantear inquietudes, reportar incidencias o simplemente consultar dudas.
«Este equipo creará un registro de incidencias por barrio y lo remitirá a comisaría para su seguimiento», explicó Ana Agudo, concejala de Movilidad y Protección Ciudadana. «Se trata de mantener una conexión y una continuidad en la escucha a los residentes».
Un recordatorio de que, aunque Granada mire hacia un futuro moldeado por la tecnología, la ciudad no ha olvidado la importancia del contacto personal y la confianza vecinal.
Un paso cauteloso hacia el mañana
Por ahora, el asistente policial humanoide sigue siendo una idea piloto —audaz, pero sujeta al visto bueno europeo. De llegar la financiación, Granada podría convertirse en una de las primeras ciudades españolas en integrar de manera práctica la inteligencia artificial y el servicio público.
Ya sea que el robot termine patrullando las calles o se mantenga en labores de despacho, la dirección de la ciudad es clara: Granada quiere participar en la conversación sobre cómo la tecnología puede mejorar la vida diaria, sin perder la esencia humana que mantiene unida a una comunidad.