Cuando la administración Trump anunció a principios de este año que no iba a finalizar una disposición propuesta por el gobierno de Biden para ampliar la cobertura de Medicare y Medicaid de los GLP-1, muchos defensores reaccionaron con una profunda decepción.
Sin embargo, este mes, la administración Trump presentó sus propios esfuerzos para expandir el acceso a estos populares fármacos para la pérdida de peso, anunciando un acuerdo con los fabricantes Eli Lilly y Novo Nordisk. El acuerdo permitirá a los pacientes acceder a los GLP-1 a precios significativamente más bajos a través de TrumpRx, una plataforma gubernamental de venta directa de medicamentos. También reduce los precios bajo Medicare y Medicaid, y permite que Medicare cubra los GLP-1 para la obesidad por primera vez.
Además de cerrar un trato con la administración Trump, Eli Lilly también está trazando un nuevo rumbo para ampliar el acceso a los GLP-1. La compañía anunció el viernes planes para crear un modelo dirigido a empleadores para medicamentos de manejo de la obesidad, que incluirá opciones de diseño de beneficios flexibles, una red farmacéutica dedicada y programas de manejo de la obesidad a través de terceros. Esto estará disponible en 2026.
Aunque muchos aplauden a la administración Trump por dar este paso para ampliar el acceso a los GLP-1, algunos creen que enfocarse específicamente en los medicamentos para adelgazar hace muy poco para reducir los costos generales de los medicamentos recetados.
“Creo que centrarse en soluciones de mercado solo para los GLP-1 no da en el blanco, porque es un problema del mercado”, dijo Chris Deacon, principal y fundador de VerSan Consulting. “[Ya sean] GLP-1 u otros medicamentos, tenemos un problema de una completa falta de transparencia para el comprador.”
Otro experto hizo eco de estos comentarios, afirmando que, si bien se trata de un movimiento positivo, se necesita un esfuerzo más amplio para reducir efectivamente los costos de los medicamentos por completo.
“Este es un paso en la dirección correcta”, dijo Edgar Asebey, abogado especializado en regulación de la FDA en Frier Levitt. “Una iniciativa de política que sea más bien una política general con los medicamentos de marca sería mucho mejor para los pacientes estadounidenses.”
¿En qué consiste el acuerdo de la administración Trump?
Según una hoja informativa, el acuerdo de la administración Trump con Novo Nordisk y Eli Lilly tiene varios elementos, que incluyen:
- Permitir a los consumidores acceder a Ozempic y Wegovy por 350 dólares cuando se compran a través de TrumpRx, en comparación con el precio de lista de más de 1.000 dólares.
- Permitir a los consumidores acceder a Zepbound y Orforglipron (si es aprobado) por 346 dólares a través de TrumpRx, en comparación con el precio de lista de más de 1.000 dólares.
- Si la FDA aprueba la píldora de Wegovy, la dosis inicial estará disponible a 150 dólares por mes a través de TrumpRx.
- Los precios de Medicare para Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound serán de 245 dólares, y se permitirá que Medicare cubra Wegovy y Zepbound para la obesidad por primera vez. Los beneficiarios de Medicare pagarán un copago de 50 dólares por més.
- Los programas estatales de Medicaid también tendrán acceso a estos precios para los GLP-1. Actualmente, los estados pueden decidir si cubren los medicamentos para la obesidad bajo Medicaid, y 13 estados lo hacen, según KFF.
- Los costos de otros medicamentos de Eli Lilly y Novo Nordisk también se reducirán cuando se compren a través de TrumpRx, incluidos el tratamiento para la migraña Emgality, el medicamento para la diabetes Trulicity y los productos de insulina NovoLog y Tresiba.
¿Qué piensan los expertos?
Aunque el acuerdo de la administración Trump reduce los precios de los GLP-1 en EE. UU., estos precios siguen siendo significativamente más altos que en otros países, señaló Deacon de VerSan Consulting. Por ejemplo, el precio de Ozempic es de 96 dólares en Suecia, 93 en el Reino Unido, 87 en Australia y 83 en Francia, según KFF.
Añadió que para marcar una diferencia real en los costos de los medicamentos recetados, el enfoque no debería ser únicamente en los GLP-1.
“Creo que mantener el enfoque en los GLP-1 es un movimiento táctico muy inteligente por parte de la industria, porque es lo que la gente quiere”, dijo. “Da la impresión de que estamos ‘comprando’ al pueblo estadounidense y satisfaciendo su necesidad de reforma en el ámbito farmacéutico centrándonos en los GLP-1 porque es de lo que todo el mundo habla y es lo que tanta gente desea… Mientras tanto, es toda la cadena de adquisición farmacéutica la que realmente necesita una reforma.”
Asebey de Frier Levitt coincidió con esto, afirmando que una razón principal por la que otros países tienen precios significativamente más bajos para los GLP-1 es debido a un sistema de pagador único. Y aunque cree que este es un gran primer paso, hay muchos otros medicamentos de alto costo que necesitan reducirse, como los medicamentos para el cáncer.
“Esto no es tan ventajoso como si tuviéramos un sistema de pagador único, porque no sabemos… si esto va a afectar a los planes de salud de los empleadores”, dijo. “Sí, los gestores de beneficios privados están negociando estas cosas, pero eso es independiente de lo que está haciendo la Casa Blanca ahora mismo. Eso sigue siendo una incógnita. Estos no son los únicos medicamentos. Son los más populares, pero otros medicamentos críticos siguen siendo muy caros. ¿Qué va a pasar con ellos?”
EE. UU. está lejos de transitar hacia un sistema de pagador único. Y a falta de dicho sistema, Asebey espera que la administración continúe tomando acciones similares para reducir los costos de los medicamentos, incluso si es de manera más “fragmentada”.
También hizo esta recomendación:
“Creo que sería estupendo si la administración Trump anunciara que se van a seleccionar los 40 principales medicamentos de marca que salgan cada año para añadirlos a un formulario cuyos precios negociarán. Lo han hecho con Novo Nordisk y con Lilly. Obviamente, ninguna de esas empresas se va a la ruina, y pueden permitirse seguir accediendo al mercado estadounidense a puntos de precio muy rentables. Pero creo que el Presidente Trump debería utilizar esa tribuna privilegiada para el bien de un mayor número de estadounidenses, no solo para los que quieren perder peso o son diabéticos.”
Vale la pena señalar que ha habido varios otros intentos de contener los costos de los medicamentos. Por ejemplo, hay esfuerzos para impulsar el Programa de Precios de Medicamentos 340B, aunque algunos creen que esto no solucionará los problemas del programa. El Congreso también ha perseguido reformas de los gestores de beneficios farmacéuticos (PBM), aunque esos esfuerzos aún no se han materializado.
También se han introducido algunas medidas para apoyar los planes patrocinados por el empleador, como el anuncio del viernes de Eli Lilly sobre la creación de un modelo centrado en los empleadores para los medicamentos de control de peso.
Las compañías de salud digital, Waltz Health y 9amHealth, también anunciaron el viernes modelos dirigidos a empleadores para ampliar el acceso a los medicamentos para el manejo de la obesidad de Eli Lilly. Sin embargo, estos planes siguen enfocándose específicamente en los fármacos para la pérdida de peso, en lugar de abordar los costos de los medicamentos en su conjunto.
Por su parte, una defensora de los medicamentos recetados calificó el acuerdo sobre los GLP-1 de Trump como “transformador” para las personas que dependen de estos fármacos, pero cuestionó los motivos de las farmacéuticas.
“Los acuerdos voluntarios dependen de la ‘buena voluntad’ de compañías con una larga trayectoria de explotar su poder para mantener los precios elevados a costa de los pacientes”, señaló Merith Basey, directora ejecutiva de Patients For Affordable Drugs. “Eli Lilly y Novo Nordisk han actuado de forma coordinada durante años para elevar los precios de la insulina, por lo que existe una preocupación real de que los precios de los GLP-1 puedan volver a subir tan rápidamente como se han reducido. Los fabricantes son los únicos que fijan los precios iniciales – un claro recordatorio de por qué necesitamos urgentemente reformas que los contengan”.
Al igual que Deacon y Asebey, Basey considera que deben realizarse esfuerzos que vayan más allá de los GLP-1 para lograr un verdadero cambio. Sostuvo que la negociación de Medicare es actualmente la herramienta más efectiva con la que cuenta Estados Unidos para reducir los costos de los medicamentos y que este programa debería ampliarse.
“La bajada de precios de los GLP-1 ayudará a muchas personas y nos alegra ver ese avanze. Pero arreglar el mercado de los medicamentos recetados – no solo una clase de fármacos – requiere reformas estructurales que garanticen que todos los pacientes puedan acceder a los medicamentos que necesitan a un precio asequible”, afirmó.
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