¿Podría la eliminación de dos festivos nacionales salvar a Francia de su montaña de deuda?

El primer ministro François Bayrou ha causado un gran revuelo al prometer eliminar dos días festivos nacionales en Francia para rescatar las finanzas del país.

Como era de esperar, su propuesta de suprimir el Lunes de Pascua y el 8 de mayo generó fuertes protestas, tanto de la izquierda como de la derecha populista. Incluso sus aliados centristas y conservadores mostraron un apoyo cauteloso.

En un país con una fuerte tradición de protestas laborales, eliminar dos días festivos nunca iba a ser fácil. Básicamente, los trabajadores tendrían que laborar dos días más al año sin aumento de salario, lo que ayudaría a reducir la deuda del país.

Los franceses están muy apegados a sus jours fériés. Mayo es especialmente esperado, no solo por la primavera, sino por los largos fines de semana. Si el 1 de mayo (Día del Trabajo) o el 8 de mayo (fin de la Segunda Guerra Mundial) caen en martes o jueves, la gente suele tomar el lunes o viernes, creando un puente de cuatro días.

Además, están la Ascensión (siempre jueves), el Lunes de Pascua y el Lunes de Pentecostés. A veces, Semana Santa y el 1 o 8 de mayo se combinan para crear puentes de hasta cinco o seis días.

En noviembre, también hay festivos: el Día de Todos los Santos (1) y el Armisticio (11). Además, están los famosos días RTT, que compensan las horas extra trabajadas más allá de las 35 semanales.

Pero antes de burlarnos de los "franceses perezosos", hay que recordar: Francia tiene menos festivos que el promedio europeo (11, igual que Alemania y EE.UU.). Eslovaquia tiene 15, mientras que Inglaterra y Gales solo 8.

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Además, según datos británicos, la productividad francesa es un 18% mayor que la del Reino Unido. Y esta no es la primera vez que Francia intenta eliminar festivos.

En 2003, el gobierno de Chirac convirtió el Lunes de Pentecostés en el Día de Solidaridad, donde se trabaja para financiar ayudas a ancianos y discapacitados. Aunque luego se hizo voluntario, aún recauda 3 mil millones anuales.

Otro precedente fue en 1959, cuando De Gaulle eliminó el festivo del 8 de mayo por razones económicas. Fue reinstaurado en 1981.

Así que cuando los ecologistas acusaron a Bayrou de "borrar la memoria de la derrota del nazismo", el ministro Haddad respondió: "Fue De Gaulle quien lo hizo primero, y él sí luchó contra el nazismo".

Sin embargo, es poco probable que Bayrou logre su objetivo. Su gobierno carece de mayoría parlamentaria y podría caer en cualquier momento.

Pero su debilidad también le da libertad para decir la verdad cruda: la economía está grave. Cada segundo, la deuda aumenta en 5.000 euros, y ya alcanza los 3,3 billones. Quizá, dice Bayrou, es hora de replantear cómo vivimos… y trabajamos.