Discurso de Macron en el Parlamento británico: un nuevo capítulo en las relaciones franco-británicas
El discurso de Emmanuel Macron en el Parlamento, en la Royal Gallery del Palacio de Westminster, fue un momento muy esperado en la larga historia de nuestras dos naciones.
Esa historia—los conflictos y el histórico acuerdo anglo-francés que puso fin a siglos de rivalidad, la Entente Cordiale—decora las paredes de este gran salón. Sobre los cientos de diputados y lords reunidos bajo el calor para escuchar al presidente francés, cuelgan dos pinturas monumentales que muestran victorias británicas en las guerras napoleónicas, mientras que el pedestal de cristal en la sala conmemora a los 408 lords que perdieron la vida luchando por Europa en las dos guerras mundiales.
El presidente francés llegó al Parlamento como el primer líder europeo en ser honrado con una visita de Estado desde el Brexit. Fue el primer discurso de un presidente francés allí desde 2008, y Macron lo usó para marcar lo que él llamó una "nueva era" en las relaciones entre ambos países.
Los lords y diputados aplaudieron con entusiasmo cuando confirmó que Francia prestará el Tapiz de Bayeux al Reino Unido antes del aniversario del nacimiento de Guillermo el Conquistador.
—Debo decir que este proyecto tomó más años que todos los textos del Brexit —bromeó, mientras la ex primera ministra Theresa May lo observaba desde la primera fila.
Desde el Brexit hasta la migración, la seguridad europea, la solución de dos Estados y el reconocimiento de Palestina, Macron no evitó temas difíciles. Así, dejó atrás las tensiones de los últimos años en lo que un lord describió como un discurso muy político, no solo palabras bonitas.
También aprovechó para elogiar a Keir Starmer, sentado entre el público, por su liderazgo en seguridad y Ucrania, y su compromiso con el orden internacional. Por eso, recibió una fuerte ovación.
¿Visita personal o política?
Ahora, el desafío para Starmer es convertir su hábil diplomacia con Macron en acciones concretas que le den una victoria necesaria en el frente doméstico, especialmente después de su semana difícil en política social.
El gobierno espera que el objetivo de Francia de lograr cooperación y resultados tangibles en la cumbre política próxima le dé un impulso a Starmer.
El primer ministro busca reducir cruces ilegales negociando un tratado de intercambio con Francia: por cada migrante devuelto, el Reino Unido aceptaría un solicitante de asilo con familiares en el país.
Pero, según entendí, el acuerdo aún está en duda, porque algunos países de la UE no están contentos con que Francia y el Reino Unido negocien bilateralmente.
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