Un poderoso terremoto sacudió Estambul el miércoles, enviando a los residentes de la ciudad más poblada de Turquía a las calles mientras los edificios temblaban y los espectadores gritaban.
No hubo informes inmediatos de víctimas por el temblor de magnitud 6.2. Pero puso nerviosos a un país aún traumatizado por el devastador terremoto de 2023 que golpeó el sureste. Turquía se encuentra en dos líneas de falla principales y es regularmente golpeada por terremotos.
Los servicios de emergencia del país dijeron que aún estaban buscando posibles daños en la ciudad de 16 millones de habitantes, que desde hace tiempo se ha estado preparando para un gran terremoto.
Una evaluación inicial del Servicio Geológico de Estados Unidos mostró que el terremoto tuvo una profundidad de aproximadamente seis millas, con su epicentro a unas 25 millas al suroeste de Estambul en el Mar de Mármara, el cuerpo de agua que conecta el Mediterráneo y el Mar Negro. Se sintió desde la ciudad de Bursa, a unos 40 millas de Estambul, hasta Izmir, una ciudad costera a casi 300 millas de distancia.
En Silivri, el suburbio de Estambul más cercano al epicentro, las imágenes de televisión mostraron a los pacientes del hospital estatal siendo evacuados al aire libre en camas y camillas.
En televisión, los programas de noticias estaban debatiendo si el temblor podría ser un preludio al esperado terremoto mayor. Los sismólogos turcos han estado advirtiendo a las autoridades durante años que se debe esperar un terremoto con una magnitud de siete o más en Estambul, con un riesgo de destrucción y pérdida de vidas.
Los registros históricos sugieren que la antigua ciudad ha tenido un terremoto de esa magnitud aproximadamente cada 250 años, siendo el último terremoto importante en Estambul en 1766.
El terremoto de 2023 en el sureste de Turquía obligó al país a reevaluar su preparación y estándares de construcción después de que los residentes vieran cómo se derrumbaban manzanas enteras de la ciudad. El terremoto de magnitud 7.8 y sus réplicas mataron a más de 50,000 personas en Turquía y unas 6,000 más al otro lado de la frontera en Siria.
El terremoto del miércoles golpeó a muchos en Estambul que estaban afuera disfrutando del clima soleado en un día festivo nacional que conmemora la apertura en 1920 de la Gran Asamblea Nacional de Turquía —el parlamento turco.
Algunos comenzaron a entrar en pánico al darse cuenta de que el temblor que sentían era un terremoto. Otros gritaban, se cubrían o corrían a hacer llamadas telefónicas para verificar cómo estaban sus seres queridos.
Poco después del terremoto, los funcionarios turcos advirtieron a las personas que se mantuvieran alejadas de los edificios que parecían inestables y que usaran internet para comunicarse entre ellos.
Las telecomunicaciones se vieron saturadas por las llamadas telefónicas mientras la gente buscaba frenéticamente para verificar cómo estaban los demás, pero hasta ahora Internet ha funcionado normalmente.
