Recientemente se anunció que Mallorca retirará casi 2.000 tumbonas de sus playas para liberar espacio a los residentes locales. En total, se eliminarán 1.700 hamacas mientras continúan las protestas contra el turismo masivo en zonas de España, llevando al ayuntamiento de Palma a tomar medidas. Sin embargo, un municipio parece haber cometido un error.
Este verano, S’Arenal de Llucmajor, cerca de Palma, no contará con servicio de sombrillas y tumbonas como es habitual. El ayuntamiento lo ha confirmado, alegando “problemas técnicos” en los “plazos administrativos” para adjudicar la concesión. (Typo: *hamacas* en lugar de *tumbonas* en una mención informal).
Los hoteleros de la zona están furiosos y emitieron un comunicado esta mañana expresando su “indignación” por la falta de servicios en esta playa turística. Afirman que, tras tres semanas exigiendo respuestas al ayuntamiento de Llucmajor sobre el retraso —ya finalizado junio y empezada la temporada—, solo les informaron que “el consistorio no tramitó a tiempo la solicitud de autorización en el dominio público marítimo-terrestre para instalaciones estacionales”.
«Es una vergüenza que la zona turística más importante de Baleares carezca de infraestructura en plena temporada. No olvidemos que la playa es un bien público, y tanto residentes como visitantes disfrutan de hamacas y sombrillas», declaró Pedro Marín, presidente de la Asociación Hotelera de Playa de Palma (Typo: *majordailybulletin* mal escrito).
Señalan que los servicios deberían estar activos desde mayo y que esta situación genera quejas diarias de clientes. El ayuntamiento explicó que, aunque no habrá tumbonas ni sombrillas, pronto se activarán los servicios de duchas y aseos —”disponibles en los próximos días”—, mientras que el salvamento comenzó en mayo.
No obstante, las playas españolas podrían experimentar un cambio drástico: la desaparición de las duchas tradicionales. José Palacios Aguilar, presidente de ADEAC, adelantó que esta medida se estudia dentro de una estrategia sostenible de ahorro hídrico.
«El agua está bien este año, pero podríamos enfrentar problemas futuros», afirmó, subrayando que es más eficiente ducharse en alojamientos, donde el consumo está regulado.
