El plan piloto “uno entra, uno sale” entre Reino Unido y Francia, que busca reducir el número de barcas pequeñas cruzando el Canal, ya entró en vigor. Las detenciones de migrantes ilegales comenzarán en pocos días.
Este acuerdo permitirá que algunos de los que llegan a Reino Unido en barcas sean detenidos y devueltos a Francia.
A cambio, Reino Unido aceptará de Francia el mismo número de solicitantes de asilo, siempre que no hayan intentado antes cruzar el Canal y pasen los controles de seguridad y elegibilidad.
El primer ministro Keir Starmer dijo que el plan es “resultado de meses de diplomacia madura” y que “dará resultados reales”.
Pero los conservadores opinan que “no hará ninguna diferencia”.
Sir Keir y el presidente francés Emmanuel Macron anunciaron el acuerdo en julio, pero aún estaba sujeto a revisión legal por la Comisión Europea y los países de la UE.
Ahora, el gobierno británico afirmó que “la Comisión Europea, Alemania y otros estados miembros dieron luz verde a este enfoque innovador”, lo que permite avanzar con el plan.
Según el plan, un migrante adulto que intente llegar a Reino Unido cruzando el Canal podría ser devuelto a Francia si su solicitud de asilo es considerada inadmisible.
El gobierno no confirmó cuántos migrantes serán devueltos o aceptados, pero dijo que buscará “aumentar tanto el ritmo como la escala de devoluciones durante el plan piloto”.
Se ha informado que podrían devolverse 50 personas por semana, en comparación con las más de 800 que cruzan semanalmente actualmente.
Sir Keir admitió que el plan no es “una solución mágica”, pero cree que disuadirá a las personas de hacer el peligroso viaje, tras un gran aumento en las cifras este año.
Hasta el 30 de julio, más de 25,000 personas habían cruzado el Canal en barcas pequeñas en 2025, un 49% más que en el mismo período de 2024.
El gobierno está bajo presión para reducir estas cifras, tras prometer “acabar con las mafias” que organizan los viajes.
La ministra del Interior, Yvette Cooper, calificó el acuerdo como “revolucionario” y un “paso importante para debilitar el modelo de negocio de las mafias”.
“También es importante aclarar que, aunque Reino Unido siempre estará dispuesto a ayudar a quienes huyen de persecución, debe hacerse de manera legal y controlada, no a través de rutas peligrosas e ilegales”, dijo.
El lunes, el gobierno anunció 100 millones de libras para financiar 300 agentes de la Agencia Nacional del Crimen y frenar a los traficantes.
También dijo que quiere combatir el trabajo ilegal para reducir los factores que atraen a la gente a Reino Unido.
El secretario del Interior conservador, Chris Philp, dijo que el acuerdo con Francia sería menos efectivo que el plan de Ruanda propuesto por el gobierno anterior.
“El plan de Ruanda, que deportaría al 100% de los llegados ilegalmente, estaba listo el verano pasado, pero Labour lo canceló sin un reemplazo adecuado”, afirmó.
“Como resultado, este año ha sido el peor en cruces ilegales por el Canal.”
Cuando se anunció el plan en julio, la organización Asylum Matters lo criticó, diciendo: “La única forma de evitar viajes peligrosos es ofrecer rutas seguras reales para buscar refugio.”