El plan original del Mossad para atacar a Irán fue cancelado antes del 7 de octubre, según reveló el exministro de Defensa Yoav Gallant en una entrevista. Este plan, que habría costado miles de millones de shékels y requerido una gran cantidad de inteligencia, se retrasó continuamente y no hubiera estado listo a tiempo.
Gallant dijo que el plan era “demasiado complejo y no lo suficientemente letal”, y que él había pedido un cambio hacia ataques aéreos en un documento alternativo que presentó en marzo de 2023.
También criticó al ex primer ministro Naftali Bennett y al ministro Benny Gantz por no ordenar la producción de más equipamiento militar durante sus mandatos. “Nos quitaron 200.000 proyectiles para Ucrania. ¿Ellos ordenaron producir un solo proyectil nuevo? La respuesta es no”, afirmó.
Sobre la Operación Rising Lion, Gallant alabó al IDF y dijo que la mayor parte fue llevada a cabo por la Fuerza Aérea. Aunque el programa nuclear de Irán se ha retrasado “varios años”, advirtió que el régimen puede y va a reconstruirse, y que Israel debe estar preparado.
Respecto a la guerra en Gaza, Gallant indicó que de los cinco objetivos iniciales, tres se han logrado: eliminar las capacidades organizativas de Hamás, diezmar su liderazgo y obtener libertad operacional completa en la Franja. Dijo que para lograr los dos restantes—el regreso de los rehenes y reemplazar el gobierno de Hamás—se necesita un acuerdo político.
Gallant urgió al gobierno a aceptar el marco del acuerdo de tregua y rehenes presentado por el enviado estadounidense Steve Witkoff. “No dejamos a nadie atrás: Ni a soldados heridos y definitivamente no a civiles. Debemos traer a todos los rehenes a casa”, concluyó.