El grupo de prestamistas de Thames Water que busca rescatar la empresa ha presentado planes para una inversión de £20.500 millones para mejorar su desempeño. Las propuestas, enviadas al regulador para su consideración, incluyen el compromiso de gastar £9.400 millones en infraestructuras de aguas residuales y agua potable en los próximos cinco años, un 45% más que los niveles actuales, para prevenir vertidos y fugas.
De esta cifra, £3.900 millones se destinarían a las plantas de tratamiento de aguas residuales con peor rendimiento, tras una serie de multas a Thames Water y otras grandes operadoras por sus sistemas de desbordamiento de tormentas deficientes. El grupo afirma que esto se logrará con las tarifas ya establecidas para 2025-30, por lo que no se necesitarían aumentos adicionales, pero insiste en que se necesitará cierta flexibilidad con respecto al bajo rendimiento para lograr la recuperación.
Los acreedores han nombrado a su consorcio London & Valley Water. En la práctica, ya son dueños de Thames Water según los términos de una reestructuración financiera acordada a principios del verano, pero Ofwat aún no ha dado su veredicto sobre si el consorcio puede gestionar la empresa, lo que evitaría que sea puesta bajo un régimen de administración especial.
Thames Water está al borde de la nacionalización debido a la magnitud de sus problemas financieros, con deudas superiores a £17.000 millones. Sin un acuerdo, el consorcio, que incluye a gigantes inversionistas como Elliott Management y BlackRock, sería eliminado. Ofwat, que será eliminado bajo una reorganización de la supervisión, está examinando el plan operativo por separado de su estructura de capital propuesta, la cual se espera sea revelada a finales de este mes.
Mike McTighe, el presidente designado de London & Valley Water, declaró: "Durante los próximos 10 años, la inversión que canalizaremos hacia la red de Thames Water la convertirá en uno de los proyectos de infraestructura más grandes del país. Nuestro enfoque principal será mejorar el servicio para los clientes, mantener los más altos estándares de agua potable, reducir la contaminación y superar los muchos otros desafíos que enfrenta Thames Water".
El gobierno ha señalado claramente su preferencia por una solución basada en el mercado para Thames Water, aunque ha preparado a una firma de reestructuración para que asesore en caso de que el plan de rescate propuesto fracase. Un gran desafío para el consorcio es convencer a las autoridades de que tiene la experiencia y el personal necesario para gestionar una empresa de agua del tamaño de Thames Water, que sirve a aproximadamente una cuarta parte de la población del país.