Un desesperado padre británico ofrece una recompensa de 100.000 euros a cambio de información sobre su hijo de tres años, quien desapareció de Marbella junto con su expareja rusa.
Oliver Pugh fue visto por última vez el 4 de julio en la Costa del Sol bajo el cuidado de su madre, la influenciadora Anastasiia Chikina.
Su padre reportó la desaparición el 7 de agosto, cuando se percató de que ambos habían desaparecido sin dejar rastro, lo que generó temores de que Chikina hubiese huido del país para evitar perder la custodia.
Chikina, de 32 años y con más de 140.000 seguidores en redes, había sido prohibida de salir de España por un juzgado de Marbella y se le ordenó entregar el pasaporte del niño —que alegó haber perdido.
La madre huyó justo cuando estaba a punto de perder una contenciosa batalla legal, tras decidir el tribunal español otorgar la custodia completa al padre —trabajador de IT de 36 años— y limitar sus visitas a supervisadas.
Lo que comenzó como una disputa local por custodia se ha convertido en un incidente diplomático que involucra a tres países y una búsqueda internacional, tratándose como un caso de sustracción parental.
Inicialmente, se sospechó que Chikina había viajado a Rusia, su país de origen, donde la extradición resultaría imposible.
Incluso medios estatales rusos se hicieron eco del caso, con el analista Vladimir Kornilov sugiriendo en Telegram que Oliver debía ser considerado ruso por la nacionalidad de su madre.
La Oficina de Exteriores británica confirmó que brinda apoyo a la familia, añadiendo una capa diplomática al ya complejo caso.
Sin embargo, la investigación tomó un giro drástico cuando imágenes publicadas por Chikina el 31 de agosto en redes sociales parecían situarla en Bangkok, Tailandia —y no en Rusia, como se temía.
Las fotografías, tomadas en el centro comercial Iconsiam, muestran a la madre y a su hermana de 15 años en locales como una tienda de Cartier.
Detalles como escaleras mecánicas, bancos y techos han sido cotejados para confirmar la ubicación con relativa certeza.
Este posible avance ha dado nuevas esperanzas al padre, ya que Tailandia mantiene acuerdos de cooperación internacional mucho más favorables que Rusia en casos de extradición.
Añadiendo intriga, Chikina rompió su silencio en redes el 5 de septiembre con una publicación críptica que parece justificar sus actos.
Escribió a sus miles de seguidores: “Tenemos una conversación difícil por delante. Hablemos de lo aterrador que es cuando el sistema está en contra del niño.”
“La verdad no será agradable para todos; a menudo queda tras puertas cerradas, pero aquí sale a la luz.”
La madre desapareció junto con otros miembros de su familia, incluyendo a su propia madre, Angela Nikolenko.
Su vivienda en Marbella fue encontrada completamente vacía, y las llamadas a su teléfono dejaron de conectarse.
En un emotivo llamamiento publicado por The Scottish Sun, el padre suplicó: “Oliver necesita y merece tener a ambos padres en su vida. Al alejarlo de su padre, sus amigos y todo lo familiar, la única víctima real es él.”
Describió a su hijo —de nacionalidad británica— como un “niño brillante y activo” que adora los coches, los aviones y jugar en el agua.
La pareja se separó en mayo de 2024 y inicialmente compartió custodia, pero su relación se deterioró durante el verano de 2025 conforme avanzaban los procedimientos legales.
El Centro Nacional de Desaparecidos de España activó su protocolo tras la denuncia del padre, pero seis semanas después, el paradero de Oliver sigue sin conocerse.
Un portavoz de la Policía Nacional declaró esta semana: “La investigación continúa. No hay novedades que podamos facilitar.”
