Las cifras más recientes muestran que casi una cuarta parte de la población sin hogar de Málaga está durmiendo en el aeropuerto de la ciudad, con afirmaciones que indican que muchos de ellos son extranjeros y se niegan a aceptar vuelos gratuitos de regreso a sus países.
Cerca de 220 personas duermen en la calle en la ciudad de Málaga todas las noches, con hasta 50 personas que se quedan regularmente en el aeropuerto, según datos del Ayuntamiento.
A pesar de las ofertas de vuelos gratuitos de regreso, muchos se niegan a marcharse, según trabajadores sociales, y el Ayuntamiento está trabajando ahora para gestionar la crisis con el servicio de atención, Puerta Única.
Trabajando junto al Departamento de Derechos Sociales, Puerta Única visita el aeropuerto dos veces por semana, ofreciendo ropa, comidas, servicios de lavandería y alojamiento a aquellos que acepten ayuda.
Sin embargo, muchos la rechazan.
“Son identificados y monitoreados, por nombre y apellido, incluyendo sus necesidades específicas y problemas”, insiste el Subdelegado del Gobierno Javier Salas.
Asegura que solo alrededor de 30 personas sin hogar usan el aeropuerto en un momento dado, y ha descartado la idea de que represente un riesgo para la seguridad o la salud.
Pero esto es fuertemente disputado por el personal y los sindicatos, quienes afirman que hasta 70 personas ahora duermen en la terminal cada noche, a menudo usando los baños públicos como camas y dejando pertenencias esparcidas por las áreas públicas.
CCOO, uno de los sindicatos más grandes de España, ha advertido de una “grave situación” en el aeropuerto, donde el personal de limpieza y restaurantes, los trabajadores de tiendas y el personal de seguridad han reportado “condiciones insalubres, malos olores, agresiones ocasionales y falta de respuesta por parte de las autoridades.”
Muchas de las personas sin hogar son extranjeras, o españoles de otras regiones, que han migrado a la Costa del Sol en busca de trabajo o calor.
El Ayuntamiento dice que rutinariamente se pone en contacto con consulados y ofrece cubrir el costo de regresar a sus países o ciudades de origen, pero solo si tienen familia o una red de apoyo establecida.
Ahora la presión está aumentando sobre el gobierno español para actuar.
“Esta lamentable situación de tensión y conflicto afecta la imagen de Málaga y la Costa del Sol, ya que es lo primero que ven los turistas cuando llegan”, advirtió recientemente la diputada de Vox Patricia Rueda.
“No queremos que Málaga replique el modelo de la T4 en Madrid, con chinches, prostitución, violencia y condiciones insalubres”, agregó.