Complejo turístico playero de Calpe y Benidorm. Créditos: Alvov / Shutterstock.com
Los precios de los inmuebles en Calpe están literalmente por las nubes –y no es un decir. Cuanto más se asciende, más se paga. El modelo de crecimiento híbrido de esta localidad costera –una mezcla de villas dispersas, viviendas adosadas y rascacielos de apartamentos– está propiciando un aumento de los precios a una velocidad vertiginosa. Los áticos rivalizan ya con las villas de lujo, y la vista, por su puesto, constituye el máximo deleite.
En los últimos desarrollos que bordean el humedal de Les Salines, la tendencia es diáfana: piso a piso, los precios se incrementan. A partir de la planta décimotercera, los apartamentos superan la barrera del millón de euros. Se trata, sin lugar a dudas, de viviendas de alta gama con vistas de igual calibre. Las tres nuevas torres en el límite norte de Les Salines –un proyecto que mantuvo en jaque a los ecologistas locales de la ACEC (Associació Cultural i Ecologista de Calp) hace apenas unos meses– ilustran a la perfección esta tendencia alcista. Construidas por la promotora Marina Alta VAPF, estos áticos son un negocio sin techo.
En este complejo, el apartamento más económico se encuentra en la primera planta, valorado en 587.000 euros por 274 m² y dos dormitorios. Para la tercera planta, 318 m² alcanzan los 767.000 euros. Una vivienda de 348 m² en la séptima planta salta hasta los 904.000 euros, y el umbral del millón se traspasa en la planta 13, donde un apartamento de 345 m² alcanza 1.018.000 euros. Los dúplex de las plantas 15 y 16 –la cúspide de las torres– son verdaderamente estratosféricos: 529 m² cuestan 1,6 millones de euros, y 552 m² alcanzan los 1,7 millones, completados con piscinas privadas, soláriums y terrazas expansivas.
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Un horizonte dominado por torres
Calpe se expande a pasos agigantados. El terreno premium frente al mar está prácticamente agotado, con grúas y nuevas construcciones ahora rodeando Les Salines. Los promotores destacan las vistas panorámicas de los apartamentos de lujo sobre el humedal, el icónico Penyal d’Ifac y el Mediterráneo.
Los ecologistas locales, no obstante, advierten que un “cinturón de torres” está cercando progresivamente Les Salines –una laguna rica en avifauna, hogar de 173 especies, siendo los flamencos su principal atractivo.
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