Torre del Mar desplegó su faceta más dulce mientras millares de personas aguardaban en cola a lo largo del paseo marítimo por una porción de un pastel gigantesco.
La ocasión fue el Día del Turista anual del municipio, y una vez más el chef Roberto Soler acaparó todo el protagonismo con su espectacular creación.
El pastel de este año alcanzó casi los 8,5 metros y sirvió aproximadamente unas 4.000 porciones. La temática giró en torno al “deporte y la solidaridad”, con decoraciones en forma de raquetas, pelotas, piezas de ajedrez e incluso el escudo del pueblo, todo elaborado con bizcocho y pasta de azúcar.
Soler explicó que Torre del Mar alberga “numerosos deportes y asociaciones”, por lo que el homenaje fue una forma de celebrar tanto a la comunidad como a sus visitantes. La receta en sí fue tan impresionante como el diseño: 35 metros de bizcocho embebido en almíbar especiado, estratificado con confitura de melocotón y coronado con 350 kilos de crema vegetal.
Para las 20:00, media hora antes de que diera comienzo el evento, la fila ya se extendía por el paseo cerca del faro. La mayoría de los presentes eran veraneantes españoles, prueba de que Torre del Mar sigue siendo un destino estival predilecto para el turismo nacional. Los autóctonos también se sumaron, disfrutando del ambiente festivo de la tarde-noche más fresca.
El teniente de alcalde Jesús Pérez Atencia lo resumió así: “El Día del Turista es nuestra manera de agradecer a los visitantes su fidelidad y compartir con ellos nuestras tradiciones.”
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