¡Paran el trabajo para echarse una siesta!

Si alguna vez has scroleado por TikTok y has pensado, vaya, los extranjeros tienen una idea muy concreta de España, tienes que conocer a Kelly.

Es una viajera británica de Essex que acaba de descubrir la siesta española y, digámoslo así, no le ha impresionado.

En un clip ya viral grabado en el Puerto Banús de Marbella, Kelly parece genuinamente desconcertada mientras camina por una calle desierta a primera hora de la tarde.

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«Los españoles, literalmente, duermen durante el día», le dice a la cámara con un rostro entre la perplejidad y la crisis existencial. «Dejan de trabajar a las 2 de la tarde, se van a casa, duermen unas horasy luego vuelven al trabajo. Y es que no lo entiendo».

El debate de “¿Por qué dormir con luz diurna?”

El vídeo desató, como era de esperar, el caos en las redes. Porque si hay algo que los españoles no van a permitir, son lecciones vitales de una turista con un latte helado en la mano.

«¿Por qué ibas a dormir durante el día cuando podrías estar viviendo tu vida y persiguiendo tus sueños?», se preguntaba Kelly a sí misma.

Prosigue explicando que, cuando ella trabajaba largas jornadas, utilizaba su tiempo libre para montar su propio negocio. Así que, naturalmente, no comprende por qué los españoles no harían lo mismo. «¿Por qué se limitan a irse a casa a dormir y no a perseguir sus metas?», repite, meneando la cabeza.

¿Cómo reaccionó la gente?

Siendo justos, su lógica quizás tenga sentido en Essex. Pero en Andalucía, bajo un sol capaz de fundir tu voluntad de vivir para las 2 de la tarde, esa cabezadera es básicamente autopreservación. Y los autóctonos se apresuraron a recordárselo en los comentarios: lo que ella presencia no es una siesta nacional masiva, sino simplemente la jornada partida, aún común en muchas ciudades españolas, donde la pausa para comer se alarga lo suficiente para una comida propera y un descanso antes del segundo turno.

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Como escribió una usuaria llamada Blanca: «En tu tiempo libre, puedes hacer lo que te de la gana: dormir, comprar, leer un libro o salir a correr».

Trabajar para vivir, no vivir para trabajar

Otros fueron menos diplomáticos. «Literalmente, nadie en España se echa dos horas en mitad del día», replicó un usuario, un comentario que sumó cientos de ‘me gusta’. Otro escribió: «Estoy harta de que los extranjeros crean que saben más de nosotros que nosotros mismos». Otra española, María, lo resumió a la perfección: «La siesta es un lujo, no un estilo de vida».

Aún así, el vídeo viral provocó un momento cultural extrañamente revelador. Para los británicos como Kelly, la productividad es prácticamente un código moral. Para muchos españoles, el descanso es tan valioso como el trabajo. No es pereza, como algunos foráneos pudieran pensar, sino un ritmo.

Un enfrentamiento de husos horarios

La mentalidad de «yo no podría» de Kelly no es única; es parte de una ética laboral más amplia del noroeste europeo que a menudo privilegia el esfuerzo continuo sobre la pausa. Mientras tanto, España ha perfeccionado calladamente el arte de vivir: se trabaja para vivir, no se vive para trabajar. España no está malgastando el tiempo; de hecho, lo está protegiendo.

Y quizás eso es lo que realmente molesta a algunos. La idea de que reducir la marcha podría hacer la vida, en realidad, más plena.

Así que la próxima vez que veas una calle tranquila en la tarde española, no lo interpretes como pereza. Es simplemente la calma entre las dos mitades de una vida bien vivida.

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