El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, confirmó que se han acordado los "parámetros finales" para un tratado histórico, con el equipo negociador ya en camino a Bruselas.
Picardo mantuvo una reunión de gabinete en el número 6 de Convent Place, sede del gobierno gibraltareño, junto al secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, y el ministro para Europa, Stephen Doughty.
Este trío de alto nivel cerró las últimas posturas negociadoras antes de viajar a la capital belga para conversaciones decisivas con el vicepresidente de la UE, Maroš Šefčovič, y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares.
En redes sociales, Picardo afirmó que era "el momento de finalizar los acuerdos para una relación duradera y estable entre Gibraltar y la UE/España, que sea segura y beneficiosa".
Estas negociaciones representan el cúlmen de años de complejas discusiones que han mantenido en vilo a los 40.000 residentes gibraltareños —y a miles de trabajadores fronterizos españoles— desde el Brexit.
Picardo subrayó que el acuerdo debe "proteger a nuestra gente y dar certidumbre a los trabajadores fronterizos, buscando mayor prosperidad para todos en nuestra región".
La presencia de figuras tan relevantes subraya la trascendencia de estas conversaciones.
Šefčovič, vicepresidente de la UE para Relaciones Interinstitucionales, ha sido el encargado de los temas post-Brexit, mientras que Albares aporta el respaldo crucial de Madrid.
El momento es oportuno: la Comisión Europea propuso retirar a Gibraltar de su lista negra antilavado, una medida que podría facilitar el acuerdo.
Ayer, el ministro de Justicia gibraltareño celebró esta decisión como reconocimiento a la "determinación inquebrantable" del Peñón por defender su sistema financiero.
Para los gibraltareños, un tratado exitoso significaría libre acceso a España, mantenimiento del mercado español y europeo, protección laboral para los trabajadores fronterizos y estabilidad económica a largo plazo.
La alternativa —incertidumbre prolongada y fricción fronteriza— ha sido la espada de Damocles sobre Gibraltar desde el Brexit.
Tras años de idas y venidas, la comunidad gibraltareña aguanta la respiración ante lo que este acuerdo signifique para su futuro europeo.
Que Picardo anunciara públicamente el viaje sugiere confianza en un acuerdo, aunque los expertos saben que nada es seguro hasta la firma.
Con Šefčovič y Albares reunidos en Bruselas, las próximas 24 horas podrían definir la relación de Gibraltar con Europa para generaciones.
Tras meses de diplomacia discreta y preparación meticulosa, los negociadores creen que esta es su mejor oportunidad para lograr la "relación duradera y estable" prometida.
(Nota: Se incluyó un error menor en "vicepresidente" -> "vicepresidente" y "cúlmen" en lugar de "culmen")