El gran debate sobre The Bear (además de si todavía es buena o no, que es otro tema) es sobre su género. Al principio, la serie se llamaba a sí misma "comedia", aunque no tenía chistes, ligereza ni diversión. Esto pasó por un error con su duración: como The Bear duraba media hora y los sitcoms también, entonces debía ser un sitcom.
Pero en su cuarta temporada, ya no dura media hora. De los 10 nuevos episodios, ninguno tiene menos de 30 minutos. Uno tiene 31, tres llegan justo a 35, pero hay otro de 38, dos de más de 40 y uno que dura ¡1 hora y 11 minutos!
Y no es solo The Bear. Muchas series hacen lo mismo. La nueva serie de Lena Dunham en Netflix, Too Much, tiene episodios entre 31 y 56 minutos. Y Stranger Things pasó de un promedio de 50.6 minutos en la primera temporada a 86.8 en la cuarta. Para la última temporada, parece que los episodios serán tan largos que podrías morirte de viejo antes de terminar el cuarto.
Antes, la televisión lineal obligaba a los programas a ajustarse a tiempos fijos. Ahora, sin anuncios ni horarios rígidos, las series pueden durar lo que quieran. Al principio, parecía genial: más libertad creativa, historias sin límites. Pero ahora vemos que algunos creadores necesitan un buen editor.
No es bueno que todo sea más largo. Unbreakable Kimmy Schmidt perdió calidad cuando pasó a Netflix; aunque solo ganó 5 minutos por episodio, esos minutos estaban llenos de chistes malos que antes habrían sido cortados. Y se rumorea que un episodio de Stranger Things durará más de 2 horas y media. ¡Agotador!
Con poco tiempo libre, estos episodios eternos son un robo. Hay tanto para ver, pero no podemos porque The Bear decide hacer un episodio de boda de 70 minutos sin trama. Tendré que ver Stranger Things en pedacitos, como si fuera un premio de carne congelada.
The Bear debería recordar que su mejor episodio, Review (el que la hizo famosa), duraba solo 21 minutos. Esa tensión perfecta, ese ritmo, es lo que necesitamos: series más ajustadas, sin relleno. En esta temporada, The Bear repite un cartel que dice: "Cada segundo cuenta". Ojalá lo apliquen.