Manny Medina, anteriormente más conocido como fundador de la startup de automatización de ventas Outreach (valorada en $4.4 mil millones), ha cautivado a los inversores con su nueva startup, Pagada.
Pagada acaba de cerrar una ronda de semilla de $21.6 millones liderada por Lightspeed. Sumada a la ronda pre-semilla de €10 millones anunciada en marzo, la ‘startup’ con sede en Londres ha recaudado ya $33.3 millones y aún no ha cerrado su Serie A. Una fuente cercana a la negociación indica que la valoración supera los $100 millones.
Pagada emergió del ‘sigilo’ en marzo con una propuesta interesante para el mundo de los ‘agentes’ de IA: la compañía no ofrece agentes. Ofrece un ‘framework’ para que los creadores de agentes facturen a sus clientes por estos algoritmos trabajadores, en función del valor que estos agentes proporcionan. Es una cuestión creciente en IA, a veces denominada “facturación basada en resultados”.
Pagada promete ayudar a los creadores de agentes a “empezar a cobrar por los puntos de beneficio generados por sus clientes”, describe Medina.
Representa una nueva forma de monetizar software para la Era de la IA. Se aleja de las tarifas de uso ilimitado por usuario de la era ‘SaaS’, o de las licencias perpetuas de la era ‘cliente-servidor’.
Las tarifas por usuario no funcionan porque los fabricantes de agentes pagan costes de uso a los proveedores de modelos y de infraestructura. El uso ilimitado podría llevarlos a la bancarrota. (El ecosistema de startups de IA suele padecer este problema).
En esencia, los proveedores de agentes “necesitan demostrar el valor que el agente aporta a sus clientes, ya que los agentes operan en segundo plano la mayor parte del tiempo”, declaró Medina a TechCrunch. Si los agentes funcionan como se anuncia, se les delegará más trabajo, con cargas crecientes que pasan desapercibidas.
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“Si eres un agente silencioso, no te pagan”, afirma Medina. “Se necesita una infraestructura que permita al agente cobrar por el trabajo adicional que realiza”.
Pero cobrar una tarifa mensual por un número ilimitado de créditos, siguiendo el modelo de los creadores de ‘LLMs’ y entornos de codificación, también es arriesgado para los creadores de agentes. Esto se debe a que las empresas no quieren pagar por resultados mediocres de IA, que es lo que la mayoría de la IA aún produce. Tras invertir miles de millones en pilotos de IA, se descubrió que alrededor del 95% de los proyectos corporativos carecían de valor, con solo un 5% en producción, según un reciente estudio del MIT.
Las empresas no quieren pagar a agentes para que generen más correos electrónicos que nadie lea.
Uno de los primeros clientes de la startup, por ejemplo, es Artisan, la ‘startup’ de automatización de ventas viral. (Por cierto, puedes escuchar a su CEO, Jaspar Carmichael-Jack, hablar sobre el tema en TechCrunch Disrupt el próximo mes).
Pero la ‘startup’ también está comenzando a lograr éxito con empresas ‘SaaS’ que buscan en los agentes su próximo gran motor de crecimiento. Acaba de incorporar al proveedor de ERP IFS como un nuevo cliente, según afirmó.
Alexander Schmitt, de Lightspeed, declara que su firma de capital riesgo ha invertido “más de $2.5 mil millones en compañías de infraestructura de IA y aplicaciones en los últimos tres años”, y ha sido testigo de primera mano de cómo la mayoría de los pilotos de IA fracasan.
“El núcleo de ese problema es que nadie puede cuantificar realmente el valor de lo que los agentes hacen hoy”, afirmó Schmitt.
Schmitt cree que la ‘startup’ es, hasta la fecha, única en su enfoque, declarando: “Es algo que no hemos visto construir a nadie más”. Sin duda, surgirá más competencia en la facturación basada en resultados para agentes si realmente les ayuda a incorporarse masivamente a la fuerza laboral.
El nuevo inversor Fuse y el inversor actual EQT Ventures también participaron en la ronda.
