El Primer Ministro británico, Keir Starmer, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reúnen hoy en Londres para firmar el primer acuerdo bilateral de envergadura entre ambos países desde el Brexit.
Este histórico memorándum de entendimiento —similar a los pactos que Starmer ya ha establecido con Francia y Alemania— sentará las bases para un diálogo regular sobre desafíos comunes, como el cambio climático, la migración y la cooperación económica.
El encuentro se produce tras el acuerdo alcanzado en junio que resolvió, por fin, el estatus post-Brexit de Gibraltar y eliminó un escollo en las relaciones entre estos dos aliados.
Ambos gobiernos anticipan que el marco legal estará completado para octubre, lo que podría permitir el desmantelamiento de la verja fronteriza de Gibraltar a principios del próximo año.
La resolución del contencioso de Gibraltar ha allanado el camino para una cooperación más profunda entre el Reino Unido y España, en un momento en el que ambos líderes socialdemócratas buscan fortalecer lazos ante el auge del conservadurismo y la influencia de la extrema derecha en Europa.
La relación económica entre estos dos aliados de la OTAN es de crucial importancia para ambos. El Reino Unido es el mercado más importante para las empresas españolas fuera de la UE, mientras que el país británico sigue siendo la segunda fuente de inversión extranjera en España, con casi 80.000 millones de euros.
Las exportaciones españolas al Reino Unido alcanzaron los 23.800 millones de euros el año pasado, lo que convierte a este país en el quinto destino más importante para los productos españoles.
Asimismo, más de 20 millones de británicos visitan España cada año, representando el mayor mercado del principal sector económico del país —un ámbito en el que ambos ejecutivos trabajan para impulsar su sostenibilidad.
Tras su almuerzo de trabajo, Sánchez mantendrá un encuentro en Downing Street con pesos pesados del sector empresarial, donde estarán presentes gigantes españoles como Iberdrola, Telefónica, Santander y el operador aeroportuario Aena, junto a colosos británicos como Barclays, AstraZeneca y BP.
Los dos mandatarios coinciden en su apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa y en los esfuerzos de reconciliación entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit.
No obstante, persisten algunas diferencias políticas. Starmer ha mantenido una postura más cauta que Sánchez respecto al reconocimiento del Estado palestino, aunque el Reino Unido ha virado recientemente hacia la posición española ante el deterioro de la situación humanitaria en Gaza.
Ambos líderes enfrentan presiones políticas internas en materia de inmigración. Starmer ha endurecido su retórica para contrarrestar el mensaje antiinmigración de Nigel Farage, si bien ambos primeros ministres apuestan por la cooperación internacional frente a las políticas de deportación masiva defendidas por grupos de ultraderecha.
El acuerdo representa la estrategia más amplia de Starmer para reconstruir las relaciones europeas dañadas por el Brexit, situando la reunión de hoy como una piedra angular de la cooperación futura entre el Reino Unido y la UE.
