El gobierno de Carney está cumpliendo su promesa de ayudar a combatir una de las formas más potentes de contaminación climática, al anunciar nuevas medidas para abordar las emisiones de metano de la industria del petróleo y gas.
CBC News obtuvo una copia anticipada del anuncio que la Ministra de Medio Ambiente, Cambio Climático y Naturaleza, Julie Dabrusin, tiene previsto dar en Metro Vancouver el martes por la tarde.
Las medidas contienen reducciones de emisiones significativas, pero ofrecen más margen de maniobra a los productores de petróleo y gas para cumplir, después de que muchos se quejaran de que la propuesta original era demasiado estricta. También aborda el metano liberado por los vertederos, que son responsables de una porción menor de las emisiones.
Desde que se convirtió en primer ministro, Mark Carney ha sorprendido a algunos ambientalistas al eliminar elementos clave de la política climática de Canadá y apoyar un posible oleoducto hacia la costa del Pacífico.
El anuncio del martes es el primero del nuevo gobierno en el que añade una política climática, en lugar de eliminar una.
El anterior gobierno liberal publicó borradores de regulaciones para reducir las emisiones de metano de sitios de combustibles fósiles y vertederos, pero no habían entrado en vigor.
El metano es una historia de éxito poco conocida mientras Canadá persigue su ambición de cero emisiones netas para 2050. Datos gubernamentales muestran que Canadá está en camino de lograr su objetivo anterior: un recorte de 40 a 45 por ciento en emisiones de metano.
La contaminación por metano proviene principalmente de la extracción y producción de combustibles fósiles, a menudo a través de fugas accidentales o liberaciones intencionales. Algunas instalaciones queman el exceso de gas natural —cuyo componente principal es el metano— mediante una práctica llamada “flaring” en vez de capturar el valioso combustible.
Pero el impacto en el calentamiento climático de liberar metano a la atmósfera es enorme. Su potencial de calentamiento global es más de 80 veces mayor que el del dióxido de carbono.
Las nuevas regulaciones prohíben esas liberaciones, tambien conocidas como “venting”, y “establecen un calendario de inspecciones para encontrar fugas y repararlas”, según la copia anticipada del anuncio obtenida por CBC News.
Se espera que la ministra de medio ambiente del primer ministro Mark Carney, Julie Dabrusin, realice el anuncio el martes. (Adrian Wyld/The Canadian Press)
Pero los operadores tienen otra opción de cumplimiento, que algunos podrían encontrar controversial porque podría dar a la industria un poco más de flexibilidad. Los operadores pueden diseñar sus propios enfoques, siempre que una instalación cumpla con “umbrales de intensidad de metano” equivalentes a los estándares de “principales programas internacionales de certificación voluntaria”.
No está claro en los detalles revisados por CBC News cuáles son esos estándares.
Compañías de combustibles fósiles, como MEG Energy, argumentaron que las regulaciones propuestas por el gobierno de Trudeau eran “excesivamente prescriptivas” y pidieron más flexibilidad.
El gobierno afirma que su análisis muestra que se espera que estas nuevas regulaciones reduzcan el crecimiento de la producción de petróleo y gas en un 0.2 por ciento estimado entre 2025 y 2035. Pero en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, se espera que la política reduzca 304 millones de toneladas.
Liberar gas natural a la atmósfera también afecta la salud de los canadienses, especialmente de quienes viven cerca de estas instalaciones. Por ello, el gobierno dice que las regulaciones “deberían resultar en menos muertes prematuras, reducir síntomas entre asmáticos y prevenir pérdidas de cultivos debido al daño por ozono”.
Además de un aire más limpio, conservar el gas natural en lugar de desperdiciarlo podría proporcionar suficiente combustible para calentar más de 11 millones de hogares canadienses durante un año, según estimaciones gubernamentales.
Junto con las regulaciones de metano para el sector del petróleo y gas, el gobierno federal también publicará nuevas medidas para los vertederos.
El metano proveniente de alimentos, papel y otros desechos orgánicos en los basureros ahora tendrá, en algunos casos, que ser monitoreado y capturado.
Se espera que las regulaciones para vertederos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en 100 millones de toneladas entre 2026 y 2040.