El Ayuntamiento de Orihuela ha anunciado un importante proyecto de renovación para el Centro de Protección Animal (CPA) municipal, ubicado en San Bartolomé. La iniciativa, impulsada por la Concejalía de Sanidad a cargo de Irene Celdrán, cuenta con un presupuesto de 207.136 euros y un plazo de ejecución estimado de tres meses.
La remodelación surge como respuesta a una serie de informes técnicos que ponen de manifiesto graves deficiencias en las instalaciones, las cuales han quedado obsoletas. Entre los problemas identificados se encuentran el deterioro del revestimiento de resina que impermeabiliza los suelos —lo que ha provocado daños superficiales generalizados—, el desprendimiento de azulejos en las paredes y problemas persistentes en la red de saneamiento, que generan obstrucciones dificultando la limpieza y desinfección diarias.
La concejala Celdrán subrayó la relevancia del proyecto, señalando: “Esta inversión es fundamental para que nuestros animales disfruten de las mejores condiciones posibles. Merecen espacios seguros, saludables y cómodos, y esa es la prioridad de nuestro gobierno”.
Las obras consistirán en la sustitución de los suelos por materiales impermeables y fáciles de limpiar, el refuerzo de paredes con revestimientos duraderos, la modernización del sistema de alcantarillado para prevenir atascos, y mejoras en carpintería y cerrajería para reforzar la seguridad. También se incluirán nuevos acabados que faciliten la desinfección y la implementación de medidas específicas de seguridad laboral.
Celdrán también destacó la labor diaria de los voluntarios de ASOKA, la asociación protectora que colabora con el centro: “Su dedicación es indispensable. Gracias a ellos, los animales reciben cuidados, cariño y compañía mientras esperan ser adoptados. Esta renovación también reconoce su compromiso, ya que ellos conocen mejor que nadie lo necesarias que son estas mejoras”.
En paralelo a la renovación, la Concejalía de Sanidad está abordando las deficiencias crónicas del sistema de agua, que afectan al centro desde la DANA de 2019 y han causado filtraciones persistentes. “Resolver este problema de una vez por todas es otra prioridad. Solo así podremos garantizar que el CPA funcione de manera eficiente y sostenible”, añadió Celdrán.
La documentación del proyecto se encuentra en su fase final antes de ser remitida al departamento de contratación para su licitación. La edil recalcó que el objetivo es iniciar los trabajos lo antes posible: “Queremos que nuestros animales y quienes los cuidan dispongan de unas instalaciones modernas y dignas sin demora”.
Con esta inversión, el Ayuntamiento de Orihuela reafirma su compromiso con el bienestar animal, dotando al municipio de un centro modernizado acorde a los estándares actuales que garantiza mejores condiciones tanto para los animales como para sus cuidadores.