UN GRUPO DELICTIVO se hizo pasar por empleados de una entidad benéfica para sustraer ropa de segunda mano valorada en aproximadamente un millón de euros de los contenedores de la Comunidad Valenciana.
La Policía Nacional ha detenido a 13 personas—incluyendo al líder de la banda—en relación con el hurto de 300 toneladas de prendas destinadas originalmente a personas necesitadas.
La investigación se inició en junio de 2024 tras la denuncia del responsable de una organización caritativa, que ayudaba a personas en riesgo de exclusión social, acerca de una serie de robos en contenedores de recogida de ropa en la región.
LOS AGENTES identificaron a varios individuos que, utilizando furgonetas de alquiler y portando indumentaria laboral de la fundación, simulaban ser empleados de la misma para pasar desapercibidos.
Los robos se llevaban a cabo tanto de día como de noche.
La vigilancia policial reveló que poseían llaves especiales para abrir los contenedores y realizaban hasta varios viajes diarios a distintos puntos de recogida.
En una primera fase del operativo, se observó cómo los miembros de la banda llenaban una furgoneta de alquiler hasta el límite con prendas.
Ésta fue seguida hasta Ontinyent, donde la mercancía fue descargada y pesada en un almacén industrial.
El registro de la instalación permitió descubrir a ocho trabajadores intentando ocultarse entre montañas de ropa.
La nave contaba con puestos de trabajo para clasificar la indumentaria y maquinaria industrial, como dos equipos de elevación, una báscula y una ensambladora de embalaje.
El propietario del negocio, que dirigía una red de venta de los artículos robados a otros países, fue detenido.
Ninguno de sus empleados contaba con contrato y todos estaban expuestos a violaciones de normativas de seguridad y salud laboral.
Algunos de los trabajadores carecían de documentación y se encontraban en situación irregular en España.
Se incautó la furgoneta cargada con casi 2.000 kilos de ropa—valorados en cerca de 6.000 euros—junto con varias toneladas de prendas, maquinaria industrial y las llaves utilizadas para acceder a los contenedores.
También se intervieron dos furgonetas y un vehículo de alta gama utilizado por el cabecilla de la banda.
La segunda fase de la operación condujo a los agentes hasta Alzira, donde también se almacenaban prendas sustraídas.
En este lugar, se hallaron 200.000 kilos de indumentaria junto a una furgoneta cargada con aproximadamente 2.000 kilos de artículos.
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