El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se reunió con el presidente Vladimir Putin en Moscú. Esto ocurre pocos días antes de que Rusia participe en conversaciones sobre una propuesta estadounidense para acabar con la guerra en Ucrania.
Orban es considerado uno de los aliados más cercanos de Putin en Europa y constantemente ha molestado a sus socios de la OTAN y la UE al debilitar la solidaridad contra Rusia.
“Somos concientes de su postura equilibrada sobre la situación en Ucrania,” le dijo Putin a Orban, según lo transmitido por la televisión estatal rusa.
Más tarde, en las redes sociales, el ministro de Exteriores húngaro Péter Szijjártó declaró que los húngaros obtuvieron lo que vinieron a buscar a Moscú: suministros garantizados de petróleo y gas ruso, y un acuerdo para continuar la construcción de la central nuclear de Paks.
Al reaccionar ante la noticia de la visita de Orban, el canciller alemán Friedrich Merz dijo a los periodistas: “Él actúa sin un mandato europeo y lo hace sin consultarnos, pero eso no es nada nuevo.”
Refiriéndose a la invasión rusa a gran escala de Ucrania, Merz comentó sobre Orban: “Él tiene sus propias ideas para terminar esta guerra. Hasta ahora, no se han realizado. Si alguien tiene una mejor idea que nosotros, es muy bienvenida. Lamentablemente, dudo que esta vez sea más exitosa que la anterior.”
Putin agradeció al primer ministro húngaro por proponer a Budapest como sede potencial para una cumbre ruso-estadounidense con el presidente Donald Trump.
“Trump dijo inmediatamente: ‘Tenemos buenas relaciones con Hungría, tú tienes buenas relaciones con Viktor y yo también, así que sugiero esta opción.’ Por supuesto, aceptamos encantados,” afirmó Putin.
Según la agencia de noticias Reuters, Orban dijo a Putin que Hungría estaba “interesada en la paz” y añadió: “Nuestros encuentros de hoy me dan la oportunidad de confirmar, Señor Presidente, que Hungría está dispuesta a proporcionar una plataforma para tales negociaciones.”
Sin embargo, el ambiente cuando las delegaciones se reunieron en Moscú pareció sorprendentemente frío y, en un momento dado, Orban chocó sin querer con su anfitrión ruso, después de saludar a otros miembros de la delegación rusa.
Un medio de comunicación húngaro independiente también sugirió que las palabras de Putin fueron mal traducidas al húngaro para sonar más positivas.
Los planes para una “cumbre de paz” en Budapest se propusieron el mes pasado, pero fueron archivados, según los informes, porque el lado ruso se negó a ceder en las demandas maximalistas de Putin para poner fin a la guerra.
El partido Fidesz del líder húngaro se enfrenta a elecciones parlamentarias en abril y las encuestas sugieren que, por primera vez en 15 años, podría ser derrotado en las urnas. Si lograra organizar una cumbre Trump-Putin en Budapest, podría aumentar sus posibilidades de reelección.
Orban, cuya última visita a Moscú fue en julio de 2024, ha desafiado repetidamente los intentos de la UE de poner fin a las importaciones europeas de petróleo y gas ruso.
Él presentó la visita del viernes como la segunda parte de una estrategia para garantizar los suministros de energía rusa este invierno, para Eslovaquia y Serbia, además de Hungría.
A principios de este mes en Washington, consiguió una exención de las sanciones estadounidenses al combustible ruso, pero solo mientras permanezca en el poder.
Desde la invasión rusa a gran escala de Ucrania en 2022, Orban ha afirmado estar del lado de la paz y la semana pasada dijo a la radio estatal húngara que “Europa ha decidido ir a la guerra en Ucrania”.
Ha apoyado firmemente el plan de paz de 28 puntos de Trump para terminar la guerra y, durante la frenética diplomacia posterior, el gobierno de Orban y los medios afines han acusado a los líderes de la UE de “belicistas” por intentar adaptar el plan para tener en cuenta las objeciones de Ucrania.
Junto a Orban y Putin en el Kremlin se encontraban importantes funcionarios rusos, incluido el ayudante de Putin Yuri Ushakov, quien forma parte del equipo negociador de Rusia con Estados Unidos.
En una carta esta semana a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el líder húngaro pidió conversaciones de paz inmediatas e incondicionales y que la UE inicie negociaciones directas con el Kremlin. Enfatizó su oposición a más fondos de la UE para Ucrania y rechazó el uso de los activos rusos congelados para financiar la defensa ucraniana.
Ahora, con pocas muestras de voluntad rusa para comprometerse sobre Ucrania, Orban se centra en la energía rusa.
Los acuerdos que cerró en Washington para comprar gas natural licuado estadounidense y empezar a comprar combustible nuclear de EE. UU. significan que Hungría comprará menos de ambos a Rusia, lo que potencialmente podría molestar a sus anfitriones rusos.
Orban argumenta que sin acuerdos con Estados Unidos y Rusia, los precios de la calefacción se triplicarían el próximo mes.
Hungría está bajo presión de la UE para poner fin a todas las importaciones de energía rusa para 2027 y es probable que utilice cualquier acuerdo en Moscú para continuar desafiando a Bruselas.
Actualmente, Hungría recibe más del 80% de su petróleo y gas, y el 100% de su combustible nuclear de Rusia. El comercio total húngaro contribuye con aproximadamente 5.000 millones de dólares anuales al presupuesto ruso.
Al igual que Trump, Putin ha dejado claro que quiere que Orban gane las elecciones de abril, por lo que otro “triunfo” diplomático para Orban serviría a los intereses de ambos bandos.
En el Foro Valdai de este año en Sochi el 29 de septiembre, Putin alabó personalmente a Orban y saludó a las “fuerzas políticas orientadas nacionalmente” que ganan terreno en Europa.
“Si estas fuerzas en Europa continúan fortaleciéndose, entonces Europa renacerá,” dijo Putin.
