Yo todavía uso Twitter. Ya no me encanta, pero sigo ahí en parte porque todavía es importante para promocionar mi contenido en las redes, y también porque, como un fumador que no puede dejar el vicio, yo no puedo parar.
La noticia de que un grupo rebelde de empresarios y abogados quiere recuperar la marca Twitter, su logo del pajarito azul, e incluso la palabra ‘tuitear’, me dio un momento de alegría – ¿o será esperanza? – por un revivir de esa época pasada. Pero la verdad es que probablemente ya es demasiado tarde para eso.
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Es un movimiento audaz y, claramente, un esfuerzo por revivir una era pasada. Como dijo Coates a Arstechnica: “Recuerdo que hace tiempo, he tenido celebridades reaccionando a mi contenido en Twitter durante el Super Bowl o eventos, y queremos que regrese esa experiencia, esa plaza del pueblo donde todos estábamos conectados.”
Una cuesta empinada y un pájaro cansado
Hay obstáculos potenciales, como el que X, hasta hace muy poco, seguía usando el dominio Twitter como backend para conectar con sitios de terceros (y posiblemente servicios), y el hecho de que X nunca ha inventado otra palabra que no sea ‘tuit’ para describir lo que la gente hace en la plataforma. Además, si ves un tuit fuera de X, a menudo tiene esta etiqueta: ‘X (antes Twitter)’.
A pesar del aparente odio de Elon Musk por la marca y ese pájaro azul, que quitó de la sede de la compañía en San Francisco tan pronto como pudo, sospecho que Musk luchará contra este esfuerzo con todo lo que tiene. No digo que sea porque Musk consideraría volver a ‘Twitter’, es solo que es lo suficientemente rencoroso como para no querer que nadie más tenga o use la marca.
Además, no me sorprendería que Musk lance una plataforma ‘Twitter’ separada para la gente que no ama X. Puede sonar loco, pero Musk ha expresado interés, por ejemplo, en revivir otras marcas de Twitter discontinuadas como Vine. No hay literalmente ninguna razón para que exista una plataforma de video de seis segundos ahora que existe TikTok. Naturalmente, esto fue una finta de Musk, quien luego declaró que traería Vine de vuelta en forma de IA.
Aún así, a Musk le gusta poner estas posibilidades frente a los usuarios antiguos de Twitter para mantenerlos interesados y con esperanza de algo mejor.
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Está muerto, Jim
Lo que no va a pasar, sin embargo, es un resurgimiento de ‘Twitter’ y del ‘tuitear’ de la vieja escuela en ninguna plataforma, vieja o nueva.
No es que crea que la Operación Pájaro Azul no pueda tener éxito. La ley podría estar de su lado. Según Peroff y Coates, Musk ha “abandonado” la marca y la propiedad intelectual. Pero ese pájaro, y esas palabras, ya no significan lo mismo que antes. Ya no generan alegría.
Incluso antes de que Musk comprara la plataforma en 2022, pero especialmente después, una oscuridad se extendió por el servicio. Surgieron facciones, al igual que fronteras en esa plaza virtual. Tomamos partido, nos enojamos. Interactuar en Twitter y luego en X podía sentirse como entrar a un ring de boxeo, pero sin casco protector.
La ira y el odio no solo inundaron el lugar, sino que el hombre que mantuvo las compuertas abiertas fue el propio Musk, quien parecía creer que los insultos eran prueba de una plataforma de libre expresión.
El logo del Pájaro Azul, que, hasta hace poco, aún se podía encontrar en varias partes de X, se empañó y finalmente cayó de su percha, muerto.
Pero Peroff y Coates podrían arrebatarle el nombre de Twitter a Musk, pero enfrentarán el doble desafío de rehabilitar una marca dañada y tratar de lanzar otra plataforma de redes sociales de microblogging cuando ya tenemos X, Threads y Bluesky. La última es lo más parecido que tenemos al tuitear de antes (no es casualidad que sea un logo azul), pero incluso ella ha fallado en revivir la magia del Twitter y los tuits antiguos.
Eso no me sorprende. La magia no es persistente; si lo fuera, no se llamaría ‘magia’, sino ‘vida’. Algo tan especial como el Twitter original simplemente no puede durar indefinidamente.
Twitter tuvo su momento bajo el sol, su vida como una plaza pública positiva y abierta. Pero como la mayoría de las ciudades bulliciosas, eventualmente sucumbió a la densidad de población y a la corrupción.
Así que, buena suerte con la Operación Pájaro Azul, chicos. Si tienen éxito, yo los visitaré; pero nadie, y mucho menos yo, espera que sea Twitter 2.0.
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