El equipo de bomberos coordinado por el gobierno balear que fue enviado a auxiliar en la lucha contra los incendios forestales de Castilla y León ha retornado a las Islas Baleares portando consigo una experiencia que le permitirá «reconocer e identificar una emergencia de gran magnitud y responder con mayor seguridad». Así lo manifestó en declaraciones a los medios el director general de Emergencias e Interior, Pablo Gárriz, quien subrayó que la complejidad de los fuegos en la península ha procurado al contingente balear un valor profesional añadido y un aprendizaje crucial para los intervinientes.
«Las técnicas difieren de las que solemos emplear debido a la envergadura de los incendios. Hemos recurrido a contrafuegos, que afortunadamente nunca habíamos necesitado utilizar, pero que sirven de aprendizaje», expresó. La vicepresidenta segunda y consellera de Presidencia, Acción Coordinada del Gobierno y Cooperación Local, Antònia Estarellas, recalcó la coordinación lograda entre las distintas instituciones y administraciones que participaron en el contingente y las sinergias generadas. «Esto crea equipo y implica que, cuando sucede algo, se evitan disputas y podemos actuar de forma conjunta», concluyó.
La ola de calor de 16 días que España sufrió este mes es «la más intensa jamás registrada», según ha declarado la agencia meteorológica nacional. Con incendios forestales aún activos en el norte y oeste de España, la agencia meteorológica AEMET indicó que las mediciones provisionales para la ola de calor del 3 al 18 de agosto superaron el último récord, establecido en julio de 2022, y reflejaron una temperatura media 4,6 grados Celsius superior a eventos previos.
AEMET señaló que un período de 10 días, del 8 al 17 de agosto, constituyó los diez días consecutivos más cálidos registrados en España desde «al menos 1950». La ola de calor exacerbó las condiciones de sequedad extrema que han avivado los incendios forestales, los cuales han causado cuatro muertes y forzado a miles de personas a abandonar sus hogares. Otras cuatro personas han fallecido en incendios en Portugal, donde los servicios de emergencia aún batallan por controlar las llamas.
Según una estimación difundida por el Instituto de Salud Carlos III, más de 1.100 fallecimientos en España se han vinculado a la ola de calor de este mes. El instituto ya había comunicado que 1.060 muertes en julio podían atribuirse al exceso de calor, un incremento del 50% respecto a la cifra de julio de 2024. Desde que inició su registro en 1975, AEMET ha contabilizado 77 olas de calor en España, de las cuales seis superaron en 4 °C o más la media. Cinco de ellas han ocurrido desde 2019.
Los científicos afirman que el cambio climático está propiciando olas de calor más prolongadas, intensas y frecuentes en todo el mundo.
La agencia declaró que es «un hecho científico que los veranos actuales son más calurosos que en décadas anteriores».
«No todos los veranos van a ser necesariamente más cálidos que el anterior, pero existe una clara tendencia hacia veranos muchísimo más extremos. Lo crucial es adaptarse y mitigar el cambio climático», añadió.
Los incendios en las regiones del norte han destruido más de 350.000 hectáreas en las últimas semanas y un récord de más de 400.000 hectáreas desde comienzos del año. Las autoridades indican que apenas ahora comienzan a controlar los fuegos. Bomberos y aviones de descarga de agua de nueve países europeos han estado auxiliando a los servicios de emergencia españoles.
Cientos de personas permanecen aún alejadas de sus viviendas, aunque muchas han empezado a regresar en las últimas 24 horas. Portugal anunció su cuarta víctima mortal por los actuales incendios el sábado. El bombero de 45 años había resultado gravemente herido combatiendo las llamas la semana pasada.
Más de 60.000 hectáreas de terreno han ardido en Portugal durante la presente ola de calor y más de 278.000 hectáreas desde inicios del año.
