La empresa *Balears Cambio de Tercio* ha presentado una oferta de cinco millones de euros para adquirir las plazas de toros de Palma y Jerez de la Frontera (Andalucía). Ambas son propiedad actualmente de la familia Balaña, dueña también de la Monumental de Barcelona y que recientemente vendió La Macarena, la plaza de toros de Felanitx, inactiva por completo desde 2008.
La compañía afirma querer consolidar su posición como uno de los principales actores del sector taurino en España. Organizó una corrida en Inca el 13 de abril y tiene previsto otra para el 3 de agosto en el mismo lugar.
En la plaza de toros de Palma (Coliseo Balear, o *Coliseu* en catalán), se ha celebrado únicamente una corrida anual (en agosto) en los últimos años. Bajo la marca *Es Coliseu Centre Cultural*, acoge con frecuencia eventos musicales, lo cual ha generado quejas vecinales.
El Govern balear, bajo el mandato del PSOE, intentó primero prohibir los toros y luego aplicar normativas que hicieran inviable su celebración. No obstante, sus propuestas legislativas fueron anuladas por el Tribunal Constitucional y por el estatus otorgado a la tauromaquia por el gobierno español de Mariano Rajoy (PP).
En Mallorca hay cinco plazas de toros. Solo Inca y Palma albergan corridas actualmente; ambas son de gestión privada. Alcudia y Muro, dos de las tres restantes, son propiedad de sus respectivos ayuntamientos. El consistorio de Alcudia, gobernado por una coalición liderada por el PP, ha descartado retomar los espectáculos taurinos. En Muro, sin corridas desde 2017, los requisitos municipales impidieron que hubiera solicitudes para los festejos de Sant Joan en junio.
Los compradores de la plaza de Felanitx no descartan corridas, pero reconocen su dificultad debido a las regulaciones. Insisten en que su motivación no fue la tauromaquia, sino reconvertir el espacio en un centro cultural para conciertos y teatro.