Ofensiva de la DGT Contra el Uso Indebido del Claxon

El uso indebido del claxon podría costarle ahora a los conductores en España 80 euros.
Crédito: Aleksandar Malivuk, Shutterstock

Seamos sinceros: ¿quién no ha usado alguna vez la bocina para liberar un poco de tensión? Un toque rápido porque alguien no arranca en un semáforo en verde. Un beep amistoso al divisar a un conocido en la calle. Todo un concierto de bocinazos cuando tu equipo gana un título. Forma parte de la banda sonora de las carreteras y celebraciones en España.

No obstante, según la DGT, la Dirección General de Tráfico, todo eso es ilegal. Y están siendo mucho más estrictos en la aplicación de la normativa.

Así es: te pueden multar simplemente por saludar con la bocina.

Lo Más Leído en Euro Weekly News

Este recordatorio llega en un momento en que la DGT intensifica los controles y aclara exactamente cuándo un pitido se convierte en una sanción. Y muchos conductores están descubriendo estas reglas por la vía más dura (y costosa).

Solo tres motivos para tocar la bocina – todo lo demás es multa

La ley siempre ha estipulado que el claxon es un dispositivo de seguridad, no una herramienta de comunicación. Existe para evitar peligros, no para expresar impaciencia o júbilo.

Solo hay tres situaciones en las que está permitido tocar la bocina en España: En primer lugar, si es la única manera de evitar un accidente; por ejemplo, para avisar a alguien que marcha marcha atrás y no te ha visto, o para señalizar tu presencia en una curva de poca visibilidad.

En segundo lugar, cuando te encuentras fuera de poblado y necesitas informar a otro conductor de que vas a adelantarlo. Esto remite a carreteras rurales más tranquilas, donde una breve señal acústica puede prevenir una colisión.

LEAR  IDILIQ brinda por el exitoso año de Kind Holidays

En tercer lugar, en situaciones urgentes muy específicas que se asemejen a las reservadas para los vehículos de emergencia, pero solo si se combina con las luces de emergencia. Es infrecuente, pero la ley reconoce que a veces ocurren momentos de urgencia.

En algunas carreteras de montaña con escasa visibilidad, las señales locales incluso te obligan a tocar el claxon, pero eso constituye la excepción.

¿Todo lo demás que los conductores hacen a diario?
No está permitido.

Ni el beep amigable.
Ni el recordatorio de “¡muévete ya!”.
Ni el desfile de “¡olé, campeones!”.
Ni el bocinazo para liberar estrés en un atasco.

El mensaje de la DGT no podría ser más claro: si no es por seguridad, no deberías hacer ruido.

¿Cuánto te cuesta un “mal pitido”?

Puede que pienses: “Vamos, una tocadita no hará daño.”
Pero podría costarte 80 euros, cada vez.

Esa es la cuantía por tocar el claxon sin un motivo legalmente aceptado. Se considera una infracción leve, pero la multa aún pica en el bolsillo.

Y ese no es el único supuesto.

Ignorar la señal de ‘Prohibido tocar la bocina’ – también 80 euros.
Tener un claxon que suena demasiado fuerte o agresivo – otros 80 euros.

La cosa se agrava si el problema es la propia bocina:

Si circulas sin bocina, porque está rota o le falta, la multa asciende a 200 euros. La misma cantidad aplica si instalas sirenas especiales o sonidos similares a los de emergencia en un vehículo no prioritario; algo que algunos conductores encuentran “divertido” hasta que llega la sanción.

¿La única buena noticia? Ninguna de estas multas conlleva pérdida de puntos.
Pero varios golpes de 80 euros en una semana? Eso se acumula rápidamente, especialmente en ciudades donde tocar la bocina se trata como un segundo idioma.

LEAR  Palma se prepara para el crecimiento del turismo.

¿Por qué España aplica esto ahora de repente?

La norma no es nueva; la atención sí lo es.
España quiere ciudades más tranquilas y silenciosas.

El ruido del tráfico contribuye a la ansiedad, la alteración del sueño y el estrés de las personas que viven cerca de calles concurridas. También provoca distracciones en los propios conductores, lo que genera más accidentes, no menos.

La DGT sostiene que el bocinazo espontáneo no es una “muestra de vitalidad”, como muchos conductores creen, sino contaminación.

El razonamiento es simple:
Una bocina debería alertar de un peligro real, no expresar un estado de ánimo.

El hecho de que tocar el claxon a menudo incremente la tensión en lugar de reducirla no hace más que reforzar su postura. Un pitido lleva a otro. Entonces, una calle entera se convierte en una orquesta de enfado.

Entonces, ¿qué deben hacer ahora los conductores?

La DGT quiere que los conductores piensen antes de tocar el claxon:

¿Evitará esto un accidente?
Si es sí, hazlo.

¿Es solo porque estás molesto o emocionado?
Si es sí, no lo hagas.

Se trata de aprender a hacer una pausa de medio segundo antes de dejar que el instinto tome el control.

Muchos de nosotros aprendimos a conducir con el claxon como una herramienta de comunicación. Las normas en España ahora insisten en que debe ser puramente una herramienta de protección.

La próxima vez que tu mano se dirija instintivamente al centro del volante, pregúntate:
“¿Está realmente en riesgo la seguridad de alguien?”
Si la respuesta es no, ahorra el dinero y mantén el silencio.

LEAR  Ruta de los Sabores del Almanzora: Tour de Tapas Gourmet en Almería

España no prohíbe tocar la bocina, solo el tipo que no ayuda a nadie. Y si lo miramos desde esa perspectiva… quizás las calles sonarán mejor para todos.

Manténgase al tanto con Euro Weekly News para más noticias sobre el Mundo del Motor.