Un fiscal afirma que un cuadro robado por los nazis, que fue visto en el anuncio de una inmobiliaria argentina, ha desaparacido luego de un allanamiento en la casa.
El “Retrato de una Dama” de Giuseppe Ghislandi aparecía colgado sobre un sofá en una propiedad cerca de Buenos Aires, la cual era vendida por la hija de un alto nazi que huyó de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, un allanamiento esta semana no encontró la pintura, pero sí se incautaron dos armas, según dijo el fiscal federal Carlos Martínez a medios locales.
Martínez indicó que lo están tratando como un presunto encubrimiento de contrabando, reportó el diario argentino Clarin.
El periódico informó que los muebles habían sido reorganizados y el cuadro ya no estaba en la pared cuando allanaron la propiedad.
Peter Schouten del periódico holandés Algemeen Dagblad, que primero reportó la reaparición de la obra, dijo que hay evidencia de que “el cuadro fue removido poco después o luego de que salieron los reportajes en los medios”.
“Ahora hay una alfombra grande con caballos y algunas escenas de la naturaleza colgada allí, que la policía dice que parece que otra cosa solía estar colgada ahí”.
El “Retrato de una Dama” era parte de la colección del comerciante de arte de Amsterdam Jacques Goudstikker, mucha de la cual fue vendida forzosamente por los nazis después de su muerte.
Algunas de las obras fueron recuperadas en Alemania después de la guerra y exhibidas en Amsterdam como parte de la colección nacional holandesa.
Por más de 80 años, la ubicación del retrato de la Contessa Colleoni del pintor italiano del barroco tardío Giuseppe Ghislandi había sido desconocida hasta ahora.
La investigación del AD encontró documentos de la guerra que sugieren que la pintura estaba en posesión de Friedrich Kadgien, un oficial de las SS y asistente financiero de Hermann Göring, quien huyó en 1945 antes de mudarse eventualmente a Argentina, donde se convirtió en un empresario exitoso.
Kadgien murió en 1979, pero un archivo estadounidense visto por AD incluía la línea: “Parece poseer bienes sustanciales, aún podría ser valioso para nosotros”.
El periódico agregó que ha hecho varios intentos por hablar con sus dos hijas en Buenos Aires a lo largo de los años, pero sin éxito.
Fue solo cuando una de las hijas de Kadgien puso la casa en venta que hicieron progreso en localizar las obras perdidas.
Otra obra de arte robada – un bodegón floral del pintor holandés del siglo XVII Abraham Mignon – también fue vista en las redes sociales de una de las hermanas, reportó AD.
Tras la aparición de la foto, una de las hermanas dijo al periódico holandés que no sabía qué querían de ella, ni de qué pintura “están hablando”.
Los abogados de la herencia de Goudstikker dijeron que harán todo lo posible para reclamar la pintura.
Su única heredera sobreviviente, su nuera Marei von Saher, dijo que su familia “tiene como objetivo recuperar cada una de las obras robadas de la colección de Jacques, y restaurar su legado”.
Según AD, ella tomó posesión de 202 piezas en 2006.
