Las sofocantes temperaturas de agosto en España quizá te hagan ansiar un gazpacho bien frío, pero no caigas en la moda de las dietas veraniegas que inundan las redes.
Expertos en salud españoles advierten contra cambios drásticos e innecesarios en la alimentación, insistiendo en que, para combatir el calor, basta con hidratarse adecuadamente y aplicar sentido común.
"No se trata de prohibir ni restringir, sino de escuchar a tu cuerpo", afirma la nutricionista Vanesa Cortés, desestimando la avalancha anual de dietas detox y limpiezas estivales que saturan internet.
En lugar de cambios revolucionarios, los expertos abogan por el enfoque tradicional español: ingredientes frescos y locales que han sustentado a las comunidades mediterráneas durante siglos.
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La nutricionista Vanesa Cortés advierte sobre las modas dietéticas del verano
Opta por sandía y melón para hidratarte con azúcares naturales, verduras crudas como pepino y tomate, y no descartes las legumbres ricas en proteínas solo por el calor: ensaladas frías de garbanzos o lentejas son ideales para el verano.
"Podemos recordar cómo comían nuestras abuelas: platos sencillos con ingredientes naturales", sugiere Cortés, rescatando la sabiduría atemporal de la cocina española.
Hasta el ejercicio puede adaptarse: evita las horas críticas (de 11:00 a 17:00), cuando la radiación UV es más intensa, y prefiere entrenar al amanecer o al anochecer.
El mensaje de los expertos es refrescantemente simple: tu cuerpo sabe lo que necesita, sin importar la estación.
Come fresco y resiste el impulso de cambiar radicalmente tus hábitos solo porque el termómetro marque 40°C.
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Entonces, ¿cuál es la verdadera prioridad? Agua, agua y más agua.
Con las altas temperaturas, el cuerpo suda más para regularse, perdiendo líquidos y minerales esenciales.
La endocrinóloga Belén Silveira, especialista en trastornos alimenticios, explicó a El País que, aunque el ser humano se adapta al calor, el verano exige mayor atención a la hidratación.
"Si no bebes suficiente en días calurosos, la orina se concentra, señal de deshidratación", advierte.
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Olvídate de bebidas electrolíticas caras (a menos que corras maratones a 45°C en Sevilla). Cortés recomienda agua natural, con fruta fresca, menta o pepino para variar.
Los mayores de 65 años requieren especial cuidado, pues su sensación de sed disminuye con la edad.
"Pueden deshidratarse sin notarlo, así que hay que ofrecerles agua aunque no tengan sed", señala Silveira.
En sus palabras: "Cuidarse es compatible con disfrutar. No se trata de extremos. Comer bien es algo para todo el año."
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