Los hospitales públicos españoles pierden alrededor de nueve millones de citas ambulatorias al año por incomparecencias.
Los principales responsables son hombres jóvenes que no se molestan en cancelar sus consultas.
Según un estudio de El País, casi 1 de cada 10 citas médicas programadas en España se desperdicia porque los pacientes simplemente no aparecen.
Las peores cifras se registran en Canarias, donde en algunos hospitales la tasa de no presentación alcanza el 30%, seguida de Andalucía con un 17,4%.
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En el Hospital Valle del Guadalhorce en Málaga, el personal afirma que el problema va más allá de ser molesto: es un caos logístico.
«Desperdicia tiempo, dinero y alarga las listas de espera», explicó el experto en salud Conrado Domínguez.
Los datos de 11 comunidades autónomas revelan que las especialidades más afectadas son psiquiatría, dermatología y ginecología, con tasas de incomparecencia de hasta el 18%.
En cambio, los pacientes suelen cumplir con mayor frecuencia en cardiología y cirugía general.
Los hombres menores de 44 años son los que más faltan, sobre todo si han tenido que esperar mucho tiempo para su cita.
Los pacientes jóvenes faltan el doble que los mayores de 72 años. Además, cuanto más lejos viven del hospital, más probabilidades hay de que no acudan.
Los expertos atribuyen el problema a mala planificación, largas demoras, obligaciones laborales, problemas de transporte e incluso barreras lingüísticas.
Algunas regiones ya usan recordatorios por SMS, reduciendo las incomparecencias hasta un 20%, mientras otras proponen agendas más inteligentes, incluso con IA para predecir a los posibles infractores.
Sin embargo, hay resistencia a medidas más duras como multas. «No siempre es irresponsabilidad; a veces la vida simplemente lo complica», aclaró un profesional sanitario.
