La fiscalía de París anuncia que cuatro personas más han sido arrestadas en relación con la investigación del robo de joyas de gran valor ocurrido el mes pasado en el Museo del Louvre.
Dos hombres, de 38 y 39 años, y dos mujeres, de 31 y 40 años, fueron detenidos el martes. Todos ellos son de la región de París.
Según los medios franceses, se cree que entre ellos está el último miembro de un grupo de cuatro hombres que presuntamente realizó el robo a plena luz del día. Las autoridades indican que los otros tres presuntos ladrones ya habían sido arrestados y acusados anteriormente.
La policía tiene ahora hasta 96 horas para interrogarlos. Hasta el momento, no se ha encontrado rastro de las joyas robadas, valoradas en 88 millones de euros, que fueron sustraídas el 19 de octubre.
Cuatro personas ya habían sido acusadas por el robo: tres hombres y una mujer, quienes también viven en la región de París.
Una mujer de 38 años fue acusada a principios de este mes por complicidad en robo organizado y asociación delictuosa con el propósito de cometer un crimen.
Por separado, un hombre de 37 años fue acusado de robo y asociación delictuosa.
Estos dos sospechosos, cuyos nombres no se han hecho públicos, han negado cualquier participación en los hechos.
La Sra. Beccuau había informado anteriormente a la agencia de noticias Franceinfo que estas dos personas mantenían una relación sentimental y tenían hijos en común, sin proporcionar más detalles al respecto.
Mientras tanto, dos hombres fueron acusados en octubre de robo y asociación delictuosa después de que, según las autoridades, “reconocieron parcialmente” su implicación en el robo.
El robo ocurrió cuando el grupo de cuatro hombres utilizó un vehículo robado equipado con un elevador mecánico para acceder a la Galería de Apolo a través de un balcón cercano al río Sena, según había explicado Beccuau con anterioridad.
Los individuos usaron una sierra de disco para forzar las vitrinas que exhibían las joyas.
Los ladrones estuvieron dentro durante cuatro minutos y huyeron en dos scooters que los esperaban afuera a las 09:38, antes de cambiarse a coches.
Uno de los objetos robados, una corona, se cayó durante la huida, pero se llevaron otras ocho piezas de joyería. Entre ellas había un collar de esmeraldas y diamantes que Napoleón I le regaló a su segunda esposa, la Emperatriz María Luisa.
Beccuau ha señalado que el robo fue ejecutado por delincuentes comunes y no por profesionales del crimen organizado.
Poco después del hurto, el director del Louvre reveló que la única cámara que vigilaba la Galería de Apolo estaba apuntando en dirección contraria al balcón por el que escalaron los ladrones para entrar.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, ha admitido desde entonces que el museo falló en sus responsabilidades, pero negó que se hubiera descuidado la seguridad. Afirmó que desde que asumió el cargo en 2021, había advertido constantemente sobre la necesidad de una mayor inversión.
Desde el incidente, se han reforzado las medidas de seguridad en las instituciones culturales de Francia.
Después del robo, el Louvre ha trasladado algunas de sus joyas más valiosas al Banco de Francia.
