La Casa Blanca anunció que China comenzará a relajar la prohibición de exportar chips informáticos para automóviles, que son vitales para la producción de coches en todo el mundo. Esto es parte de un acuerdo comercial logrado entre Estados Unidos y China.
Los detalles del pacto se confirmaron en una nueva hoja informativa después de que Xi Jinping y Donald Trump se reunieran esta semana en Corea del Sur.
Las naciones también llegaron a acuerdos sobre las exportaciones estadounidenses de soja, el suministro de minerales de tierras raras y los materiales utilizados en la producción del fármaco fentanilo.
Este acuerdo reduce la tensión en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, que comenzó cuando Trump impuso aranceles a China al asumir el cargo, lo que llevó a rondas de aranceles retaliatorios e incertidumbre para los negocios globales.
Gran parte de lo que contiene la hoja informativa del sábado fue anunciado por Trump y otros funcionarios tras el encuentro entre los dos líderes.
Trump calificó las conversaciones, celebradas en Corea del Sur, como “asombrosas”, mientras que Pekín dijo que habían alcanzado un consenso para resolver “grandes problemas comerciales”, aunque no dio detalles del trato inmediatamente.
El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró el domingo: “No queremos desacoplarnos de China… (Pero) ellos se han mostrado como un socio poco fiable”.
Uno de los temas tratados fue la exportación de los chips informáticos para automóviles. Existía preocupación de que la falta de chips de Nexperia, que tiene fábricas en China, pudiera crear problemas en la cadena de suministro global.
Nexperia es una empresa de propiedad china, pero tiene su sede en los Países Bajos. Alrededor del 70% de los chips que Nexperia fabrica en Europa se envían a China para su finalización y luego se reexportan a otros países.
La hoja informativa afirma que China “tomará medidas adecuadas para garantizar la reanudación del comercio desde las instalaciones de Nexperia en China, permitiendo que la producción de chips legacy críticos fluya al resto del mundo”.
Esto viene después de que Pekín dijera el sábado que consideraba exentar a algunas empresas de la prohibición.
El mes pasado, compañías como Volvo Cars y Volkswagen advirtieron que la escasez de chips podría llevar a cierres temporales en sus plantas, y Jaguar Land Rover dijo que la falta de chips representaba una amenaza para su negocio.
En otros temas clave, Pekín pausará por un año los controles a la exportación de minerales de tierras raras—vitales para la producción de coches, aviones y armas—que implementó el mes pasado.
La Casa Blanca también dijo que reduciría los aranceles establecidos para frenar la importación de fentanilo en EE.UU., y China acordó tomar “medidas significativas” para abordar este problema.
El fentanilo es un fármaco sintético fabricado a partir de una combinación de productos químicos. Aunque está aprobado para uso médico en EE.UU., esta sustancia poderosa y muy adictiva se ha convertido en la principal responsable de muertes por sobredosis de opioides en ese país.
Los productos químicos utilizados en su fabricación, algunos de los cuales tienen usos legítimos, provienen en su mayoría de China.
Respecto a la soja, China se ha comprometido a comprar 12 millones de toneladas de soja estadounidense en los últimos dos meses de 2025, y 25 millones de toneladas métricas en cada uno de los tres años siguientes, lo cual es más o menos el nivel anterior.
La decisión de China de dejar de comprar soja a EE.UU. a principios de este año negó a los agricultores americanos el acceso a su mayor mercado de exportación.
En respuesta, Trump reactivó un rescate para los agricultores que existía durante su primer mandato.