En la larga historia del exceso en Hollywood, no hay un relato tan escandaloso como el de Queen Kelly. Este melodrama mudo y ostentoso, protagonizado por Gloria Swanson y dirigido por Erich von Stroheim, se proyectará como evento previo al inicio del Festival de Cine de Venecia este año, con una nueva banda sonora del compositor Eli Denson. La película es una saga exagerada de amor ilícito en entornos sórdidos… y lo mismo ocurre con su producción.
Queen Kelly está ambientada en Europa antes de la Primera Guerra Mundial y cuenta la historia de Patricia Kelly (Swanson), una chica de convento que se enamora de un príncipe (el actor británico Walter Byron), comprometido con una reina desquiciada. Patricia es enviada a Tanzania, donde la obligan a casarse con un personaje horrible llamado Jan, ganándose más tarde el apodo de Queen Kelly. Es una historia inverosímil que establece un tono peculiar desde el principio, con su famoso encuentro "romántico", donde Patricia queda tan impresionada al conocer al príncipe que sus bragas caen al suelo.
El primer día de rodaje en 1928, Swanson tuvo un presentimiento de que la película nunca se terminaría, y los eventos le dieron la razón. La proyección en Venecia incluye una nueva restauración de Dennis Doros, con material nunca antes visto y métodos creativos para recrear el gran final. Él describe esta versión como un "reimaginación". Los espectadores siempre han tenido que llenar los vacíos, como aquellos que querían saber qué pasó tras bastidores.
Tan exagerado como siempre… Swanson creía que Von Stroheim había llevado la película a un rumbo que jamás pasaría la censura.
La historia de la película empieza con un romance. En 1927, Swanson era una de las estrellas más grandes de Hollywood, casada con el héroe de guerra francés Marquis Henry de la Falaise, cuando conoció al empresario de Boston Joseph P. Kennedy, padre del clan Kennedy. Al año siguiente, Swanson y Kennedy se convirtieron en amantes, y su relación pronto fue un secreto a voces. Swanson, que vivía por encima de sus posibilidades, puso sus finanzas en sus manos.
Kennedy llevaba años en el negocio del cine, y juntos planearon un lucrativo proyecto para el talento de Swanson. Hacer una película muda cara cuando el cine sonoro ya avanzaba fue una decisión cuestionable. La siguiente fue contratar a Von Stroheim como guionista y director. No era una apuesta segura: conocido por sus tramas provocadoras, su derroche (insistió en que los extras de Foolish Wives (1922) usaran ropa interior de seda) y sus películas interminables (su versión original de Greed (1924) duraba 9 horas).
Von Stroheim demostró ser tan excesivo como siempre. Al tercer mes de rodaje, con costos disparados, Swanson y Kennedy cancelaron todo. Ella argumentó que Von Stroheim había desviado la trama hacia algo que jamás pasaría la censura. Las escenas que rodaban en África claramente transcurrían en un burdel. Swanson estaba agotada por sus repeticiones y horrorizada al grabar una escena donde Jan (Tully Marshall) escupía jugo de tabaco en su mano. Llamó a Kennedy diciendo: "Nuestro director es un loco". Von Stroheim, por su parte, dijo que cancelaron el rodaje porque el cine sonoro volvió obsoleto su proyecto. Fuera cual fuese el motivo, Swanson y Kennedy asumieron pérdidas estimadas en $800,000.
Inverosímil… Swanson (izq.) en Queen Kelly.
Von Stroheim fue despedido sin ceremonias. Nunca volvió a terminar una película como director, aunque tuvo éxito como actor, apodado "El hombre que amas odiar" por interpretar villanos alemanes, destacando en La Grande Illusion (1937) de Jean Renoir.
Swanson y Kennedy intentaron terminar Queen Kelly como película sonora e incluso musical. En 1932, una versión fue estrenada en algunos países, pero solo incluía la primera mitad. En 1950, Swanson regresó triunfalmente como Norma Desmond en Sunset Boulevard de Billy Wilder. Curiosamente, Von Stroheim fue contratado para interpretar al mayordomo de Norma, quien mantiene viva su ilusión de fama. Y cuando Wilder necesitó una escena de las viejas películas de Norma, eligió un clip de Queen Kelly.
Swanson volvió al centro de atención, y uno de sus mayores fracasos fue nuevamente tema de conversación. Desde entonces, intentó revivir el proyecto que creyó condenado, proyectando su versión en eventos especiales y hasta en la TV estadounidense, diciendo: "Esta chica, Queen Kelly, fue como un hijo que no quería nacer". Swanson murió en 1983, dos años antes de que Doros completara su primera reconstrucción, usando copias y tomas descartadas preservadas en el Museo George Eastman. Esta nueva restauración y su estreno en Venecia podrían ser lo que Swanson soñó para su Queen Kelly. Von Stroheim, sospecho, hubiera preferido rodar unas tomas más.
Queen Kelly se proyectará en Venecia el 26 de agosto.
