Día 39. El final. Ange Postecoglou aplaudió a un estadio City Ground casi vacío al final del partido cuando el Nottingham Forest perdió 3-0 contra el Chelsea el sábado. Solo unos minutos después, él estaba diciendo a su equipo que le habían despedido.
Dieciocho minutos después del partido, el mundo supo sobre la salida de Postecoglou. Para ese momento, el australiano ya había salido del estadio del Forest. Todo pasó tan rápido que el club todavía no había informado al resto de su cuerpo técnico. Ellos supieron que sus servicios ya no eran necesarios unas horas más tarde.
Evangelos Marinakis actuó rápido para sacar a Postecoglou. El dueño del Forest incluso se fue del estadio antes de que terminara el partido. Fue una decisión dura – Postecoglou se había mudado a un nuevo apartamento en Nottingham la semana pasada.
Él solo tuvo 20 sesiones de entrenamiento en el Forest antes de ser despedido. Y como su tiempo incluyó dos parones de selecciones, solo ocho de esas sesiones fueron con todo el equipo completo.
Postecoglou tampoco nunca tuvo un equipo estable con el cual trabajar en los entrenamientos. Hubo varios problemas y lesiones durante el camino.
Ola Aina, quien Postecoglou veía como un jugador clave para su sistema, se lesionó para toda la temporada el mismo día que el australiano llegó a Nottingham. Murillo, Douglas Luiz y Oleksandr Zinchenko – otros jugadores que Postecoglou consideraba cruciales – perdieron entre dos y cuatro partidos de los ocho que duró el entrenador debido a lesiones.
Un despido después de 39 días y solo ocho entrenamientos de verdad parece severo – especialmente porque a Postecoglou le pidieron cambiar completamente el plan de juego del Forest. Él tenía que cambiar el estilo pragmático de Nuno Espirito Santo por la forma ‘Angeball’.
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Pero, ¿tenía que cambiar el estilo de juego Postecoglou? ¿Iba a funcionar esa idea con un equipo acostumbrado a atacar por contraataque? ¿Podría él haber hecho más? ¿O debería Marinakis haberle dado más tiempo?
La gente alrededor de Postecoglou en el Forest sentía que, aunque la campaña pasada del Forest fue memorable con Nuno, su estilo de juego no era sostenible a medio y largo plazo.
Había señales de eso al final de la campaña: el Forest pasó la mayor parte de la temporada en tercer lugar – algunos decían que era seguro para la Champions League – pero terminó en séptimo puesto.
“Todo el mundo hablaba de la temporada pasada y de lo buenos que fueron,” dice una fuente cercana al vestuario del Forest con Postecoglou. “Pero el equipo no era tan bueno en realidad. Tenían a Anthony Elanga corriendo y a Chris Wood marcando goles increíbles. Matz Sels haciendo paradas imposibles. Eso no se puede repetir.”
La teoría detrás de la situación del Forest la temporada pasada es que el equipo al final volvió a su nivel normal después de un buen comienzo. Eso también se podía ver en algunos de sus jugadores importantes.
Wood es un ejemplo perfecto. La temporada pasada, él marcó casi siete goles más de lo que las estadísticas esperaban. Ni Mohamed Salah, Erling Haaland o Alexander Isak tuvieron un registro de efectividad tan alto como el de él.
Pero Wood marcó solo dos veces en sus últimos 11 partidos de la Premier League la temporada pasada, y no ha marcado esta temporada desde el primer partido. Eso mostró lo imposible que es mantener esos números tan altos.
El portero Sels ganó el Guante de Oro junto a David Raya y tuvo el cuarto mejor registro en la Premier League parando goles, pero esta temporada todavía no ha mantenido su portería a cero.
En los 19 partidos antes de que Postecoglou llegara, incluyendo partidos de pretemporada, el Forest solo ganó tres veces. Aunque existía el recuerdo de la temporada excepcional del Forest del año pasado cuando Postecoglou llegó, el australiano sabía que heredaba un equipo sin confianza.
Pero el equipo técnico de Postecoglou sentía que cambiar el estilo de juego de pragmático a ofensivo mejoraría el ambiente. El australiano los convirtió en un equipo que tiene la pelota y presiona alto. Todas las estadísticas ofensivas importantes subieron. Fue recibido bien.
“Noventa por ciento del equipo disfrutaba siendo un equipo más dominante,” dice la misma fuente. “Disfrutaban jugando con el propósito de ganar, pero intentando dominar los partidos, jugando sin miedo.”
Postecoglou y su equipo también sentían que eso estaba en línea con el deseo del Forest de jugar como un ‘club grande’. Todos los grandes éxitos en el fútbol inglés incluyen un estilo de juego ofensivo y con posesión.
Una excepción es la victoria del Leicester City en 2016, pero el equipo de Postecoglou sabía de eso. Ellos vieron cómo los Foxes usaron un estilo pragmático para ganar la liga, y luego casi descienden la temporada siguiente.
El Forest no quería pasar por lo mismo y quería aprovechar bien el éxito de la temporada pasada, aunque eso significara cambiar la forma en que jugaron el año pasado.
Y hubo momentos en los que parecía que la era de Postecoglou en el Forest podía despegar. En el Betis, el Forest jugó mejor que el equipo español en su primer partido europeo en 29 años – pero un gol tarde de Antony le costó a Postecoglou su primera victoria.
En su último partido, el Forest falló tres o cuatro oportunidades claras contra el Chelsea que podrían haberles puesto en una posición cómoda en el descanso. Fue una historia similar en su único otro partido en casa en la Premier League contra el Sunderland, donde tuvieron una xG de 1.68 – lo que muestra que deberían haber marcado dos veces – pero no marcaron y perdieron 1-0.
El Nottingham Forest falló muchas oportunidades en su derrota 3-0 contra el Chelsea, un resultado que le costó el trabajo a Postecoglou en el club.
Cuando los resultados no acompañaron al estilo ofensivo, la presión sobre Postecoglou creció. El australiano evitó las preguntas sobre su futuro y no se dejó afectar por el ruido. Para él, era una cuestión de perspectiva o, como dijo en la rueda de prensa del viernes pasado: “Un prisma”.
Pero la gente alrededor de Postecoglou notó que nadie de la directiva salió públicamente a apoyarle – una gran diferencia con los comentarios de Sir Jim Ratcliffe defendiendo a Ruben Amorim durante el parón de selecciones de octubre, comparado con el silencio del Forest sobre Postecoglou.
Otro tema importante siguió a Postecoglou durante todo su corto tiempo en el Forest – los balones parados y la incapacidad de su equipo para defenderlos.
El Forest recibió 11 goles de balón parado con Postecoglou – más del doble que cualquier otro equipo de la Premier League en ese tiempo.
Su primer partido contra el Arsenal vio como recibieron dos goles de balón parado. Su último partido en el Forest vio como recibieron los tres goles de situaciones de balón parado. Las derrotas contra FC Midtjylland, Swansea y Sunderland también tuvieron goles en propia meta de balón parado.
Eso significa que el 61 por ciento de los goles que recibió el Forest con Postecoglou fueron de balones parados. El promedio para un club de la Premier League es alrededor del 25 por ciento.
El Forest trabajaba los balones parados todas las semanas con su entrenador Axl Rice, quien ya estaba en el club antes de la llegada de Postecoglou.
Pero había una frustración en el vestuario porque su trabajo de transformación en el Forest se veía afectado por los goles recibidos de balón parado. Se decía que algunas personas estaban “muy enfadadas”.
Rice y su equipo de balones parados todavía están en el club y cómo encajarán en el sistema del Forest con la llegada de Sean Dyche – que da mucha importancia a los balones parados – será interesante.
Postecoglou quizás reconocerá sus propios errores. No traer a un entrenador especialista en balones parados – como no hizo en el Spurs, que luego contrató a Andreas Georgson para trabajar con Thomas Frank – podría ser uno de ellos.
Presumir de una fórmula ganadora en sus ruedas de prensa y luego no ganar en sus primeros ocho partidos tampoco encaja bien.
Pero el australiano y los que le rodeaban sentían que algo se estaba construyendo a medio y largo plazo, simplemente no se le dio suficiente tiempo para cambiar todo el proyecto del Forest.
