Muchos conductores en España se preguntan si es legal tener una cámara en el vehículo. He aquí algunas normas que debes seguir si deseas hacerlo legalmente y evitar multas, así como los aspectos más ambiguos.
Tener una cámara en el coche, ya sea en el parabrisas, el salpicadero (de ahí el término ‘dash cam’) o acoplada al espejo retrovisor, es popular en muchas partes del mundo. Puede ser una buena forma de demostrar responsabilidad en caso de accidente, o si tu automóvil sufre daños mientras está estacionado en la vía pública.
Las dash cams son cada vez más populares en países como EE. UU. y el Reino Unido, y en lugares como Rusia se consideran una necesidad. De hecho, hoy en día existen muchos modelos de automóviles que incorporan estas cámaras de serie, como es el caso de los Tesla.
¿Y qué hay de España? ¿Son legales las dash cams en España y cuáles son las normativas?
Dash cams en España
En términos simples (más sobre las normas concretas a continuación), las dash cams son legales en España. Sin embargo, existen algunas regulaciones que deberías conocer porque podrían diferir de las de tu país de origen.
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En España, las restricciones sobre el uso de dash cams se centran principalmente en lo que haces con las imágenes capturadas y en el manejo de los dispositivos durante la conducción.
Cualquier vehículo, de uso privado o público, ya sea destinado al transporte de personas o mercancías, puede tener una dash cam en España. Cualquier persona en un coche, motocicleta u otro vehículo, así como los conductores profesionales, tienen derecho a utilizarlas.
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Las normativas
En primer lugar, la Dirección General de Tráfico (DGT) permite el uso de dash cams (o cualquier tipo de cámara) dentro del automóvil, siempre que se cumpla con la normativa de la DGT y la cámara no cubra el parabrisas ni menoscabe de ningún modo la visibilidad del conductor. Si la dash cam afecta la visibilidad y te pillan, podrías ser multado con 80 euros.
En segundo lugar, no puedes manipular la dash cam mientras conduces. Esto se considera una infracción más grave que podría acarrear una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet si te descubren. Equiparalo a usar el teléfono móvil mientras conduces, aunque como muchas dash cams están fijas al espejo retrovisor o al salpicadero, no debería haber mucha necesidad de tocarlas durante la marcha.
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Si deseas una dash cam, debes tener en cuenta las leyes de protección de datos de España, que establecen que las imágenes y el contenido de video grabados solo pueden ser registrados y reproducidos para uso privado; es decir, no pueden publicarse en redes sociales ni en ningún lugar público porque violaría la privacidad de terceros.
Por lo tanto, si las imágenes que grabas con tu dash cam son para uso personal, como grabar un paisaje o una ruta, las normativas de protección de datos no son aplicables. Sin embargo, si grabas a otras personas y lo publicas en línea, podría contravenir la legislación de protección de datos.
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Además, según el Real Automóvil Club de España (RACE), no puedes realizar grabaciones continuas con una dash cam porque podría considerarse una actividad de vigilancia de un espacio público, algo que solo ciertos grupos y organismos tienen permiso para hacer, como la policía y los servicios de seguridad. Por esta razón, las dash cams deben estar configuradas para grabar únicamente momentos específicos, como cuando se activa un sensor de movimiento o un acelerómetro.
Del mismo modo, al no existir una legislación específica que trate las grabaciones de dash cams, estas se engloban dentro de las normas más amplias sobre protección de datos. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) explicó en un informe que, como tal, cuando se trata de imágenes de dash cams, cada caso debe estudiarse de forma individual.
El informe también ofrece algunas precauciones para usar las dash cams legalmente en España y evitar posibles complicaciones jurídicas. El informe de la AEPD sugiere que la grabación solo debería activarse en el momento del evento, como un accidente de tráfico. Es decir, las dash cams deberían usarse para grabar incidentes específicos, no para grabar la carretera de forma general. Así mismo, aconseja que las imágenes se limiten a registrar lo que está frente al vehículo y que, al revisar o editar las grabaciones, se difuminen o eliminen las personas o la información, como las matrículas, que no estén vinculadas al incidente.