¿A quién se le ha de creer? El batiburrillo de informes y cifras sobre la temporada navideña de este año tiene a todo el mundo desconcertado. Quizás esa sea la intención, pero lo cierto es que el panorama es excepcionalmente poco claro. Lo evidente es que no se ha producido una ausencia masiva de turistas como sugieren algunos medios extranjeros, aunque sí ha habido un descenso.
El turismo alemán ha caído este año, algo que era de esperar tras muchos años de crecimiento. Se ha culpado a los precios de las vacaciones, lo que sugiere que la decisión de los hoteleros de subir sus tarifas no fue tan acertada. Por supuesto, las islas sí querían menos turistas para aliviar la supuesta saturación, entonces, ¿por qué se quejan algunos sectores? No se puede tener todo.
Lo que preocupa a las autoridades es el descenso del turismo germano. Existía la creencia de que los alemanes siempre vendrían a Mallorca, cueste lo que cueste. Error. Todos los partidos tendrán que esforzarse en darle un giro positivo a una temporada que no ha estado a la altura de las expectativas.
Los mayores perdedores este año parecen ser los dueños de restaurantes y bares. Al ser las vacaciones más caras, los turistas disponen de menos dinero para salir. Quizás el verano del 2025 pueda etiquetarse como una curva de aprendizaje: no se puede dar por sentado al turista, incluso si eres Mallorca.