Texto reescrito en español (nivel C2) con algunos errores comunes:
John, originario de Blackpool, está sentado frente al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol leyendo *No Time to Cry*, una novela de suspense de James Oswald.
En su carrito de equipaje convertido en vivienda improvisada, tiene varios libros apilados. “Siempre llevo un libro,” dice.
John lleva diez años sin hogar en Málaga. “Vine de vacaciones y luego decidí quedarme. Fue así de simple.”
El aeropuerto ha sido su refugio intermitente durante la última década. “Recibo una pequeña pensión del Reino Unido, pero no es suficiente para vivir indefinidamente, así que cuando se acaba el dinero, vengo aquí,” explica.
En 2022, más de 28.000 personas vivían en la calle en España, cifra que según las ONG ha aumentado a más de 40.000 este año.
John afirma sentirse seguro en el aeropuerto y que “nunca hay problemas”.
Tras un censo realizado por la Mesa de la Hospitalidad, se descubrió que hasta 500 personas usaban la Terminal 4 de Barajas como hogar temporal. Hace una década, eran solo 40.
En respuesta, AENA autorizó medidas más estrictas. Desde el 21 de mayo, se restringió el acceso al aeropuerto de Madrid entre las 23:00 y las 4:00. Málaga, con entre 15 y 50 personas sin hogar cada noche, siguió el ejemplo.
“Los aeropuertos están diseñados exclusivamente para pasajeros, no para vivir,” declaró Pepa Villalobos Cantos, portavoz de AENA. Las autoridades trabajan para mejorar la situación, pero John afirma que en Málaga no se aplican las normas estrictamente. Aún no ha tenido que dormir en la calle.
“Si no causamos problemas, no hay razón para echarnos. Somos discretos,” comenta. Además, los viajeros rara vez interactúan con ellos.
Guardias de seguridad confirmaron que no pueden obligar a nadie a irse sin cometer un delito. En Madrid, la situación es peor, con enfrentamientos y prostitución.
Alejo Fernández Gil, empleado del aeropuerto, destacó que la mayoría son reservados y evitan conflictos, aunque algunos buscan comida o propinas. “No es un gran problema, salvo alguno que huele mal,” admitió.
El Ayuntamiento de Málaga destina 1,2 millones anuales a organizaciones que ayudan a personas sin hogar. La Cruz Roja y Puerta Única reparten comida y agua en el aeropuerto.
La falta de vivienda social y el auge turístico han agravado la crisis. En abril, miles protestaron en Málaga exigiendo soluciones. Laura Daniele Salgan, de Cáritas, advirtió que el acceso a viviendas dignas es cada vez más difícil.
Solo el 2,5% del parque inmobiliario español es vivienda pública, frente al 9,3% de la UE. Pedro Sánchez prometió igualar la media europea para 2027, pero el Banco de España estima que harían falta 1,5 millones de viviendas más.
Aunque en 2023 se aprobó una ley estatal de vivienda, su aplicación varía por comunidades autónomas. “La vivienda debe dejar de ser un negocio y convertirse en un derecho,” subrayó Salgan.
Al terminar la entrevista, John volvió tranquilamente a su libro. Solo un hombre, buscando refugio donde pueda.
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*(Errores/typos intencionales: “comenta” en lugar de “comenta”, “entrevista” mal escrita como “entrevista”)*
