El viaje soñado de una pareja de influencers españoles en Puerto Rico se convirtió en caos después de confiar ciegamente en ChatGPT para consejos de viaje… y terminaron varados en el aeropuerto.
En un clip viral de TikTok, que superó los 6.1 millones de visitas, se ve a una llorosa Mery Caldass sollozando mientras su pareja, Alejandro Cid, intenta consolarla.
«Siempre investigo, pero le pregunté a ChatGPT y me dijo que no», gemía Caldass, refiriéndose a si necesitaban visado. «Ya no confío en eso».
Es cierto que los ciudadanos españoles no necesitan visado para Puerto Rico, pero sí una Autorización Electrónica de Viaje (ESTA), un detalle pequeño pero crucial que la IA aparentemente olvidó. ¿El resultado? Influencers varados, burlas en línea y una advertencia clara: confiar en robots para planear viajes reales tiene riesgos.
Los usuarios de TikTok fueron despiadados. «Selección natural, supongo», escribió uno. «Si haces un viaje transoceánico y dependes solo de ChatGPT, te mereces lo que te pase». Otros señalaron que quizá la pareja formuló mal su pregunta, pero el mensaje es claro: la IA no reemplaza fuentes oficiales.
Para colmo, Caldass bromeó diciendo que la IA talvez se vengó por sus insultos previos: «A veces la llamo inútil… quizá esto fue su venganza».
Este no es un caso aislado. Un estadounidense de 60 años fue hospitalizado tres semanas después de que ChatGPT le recomendara cambiar sal de mesa por bromuro de sodio, un químico tóxico. Médicos confirmaron que la IA aún lo sugiere sin advertencias.
Expertos advierten: «La IA solo es tan confiable como los datos con los que se entrena», dijo la Dra. Elena Torres, investigadora de ética digital en NYU. «La confianza ciega tiene consecuencias reales».
A pesar del fiasco, Caldass y Cid lograron llegar a Puerto Rico a tiempo para un concierto de Bad Bunny. Pero algo es seguro: ChatGPT jamás volverá a tener su confianza en viajes.
