Los recientes episodios de lluvia y nevadas en Mallorca – particularmente en la Serra de Tramuntana – han contribuido poco a paliar la persistente sequía que afecta a la isla, confirmando los últimos datos un aumento insignificante de la capacidad de los embalses. Con la llegada del invierno, las expectativas de que las condiciones climáticas estacionales recargasen las reservas hídricas distan mucho de haberse materializado.
Las cifras publicadas por Emaya muestran que, a fecha de 24 de noviembre, los embalses de Mallorca operaban al 29,89% de su capacidad, un ligero incremento respecto al 29,01% de la semana anterior. Este aumento semanal del 0,8% subraya los escasos beneficios de la reciente inestabilidad meteorológica, pese a varios días de lluvias persistentes y nevadas en cotas altas.
Las reservas de agua en Mallorca continúan en niveles bajos
Un análisis pormenorizado de los datos revela distintos grados de mejora entre los dos principales embalses de la isla. Gorg Blau registró el incremento más notable, pasando del 30,38% al 31,6%, lo que supone un aumento de algo más del 1,3%. En contraste, Cúber experimentó una subida mucho más modesta, avanzando desde el 26,83% el 17 de noviembre hasta el 27,16%, lo que representa un mínimo incremento del 0,33%. Estas variaciones ínfimas ponen de manifiesto la severidad del actual déficit hídrico, dado que gran parte de la precipitación ha sido absorbida por el terreno árido en lugar de fluir hacia los sistemas de almacenamiento.
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El Portal del Agua del Govern Balear sigue clasificando la mayor parte de la isla bajo un estatus de prealerta por sequía, lo que refleja la presión constante sobre los recursos naturales. Las comarcas del Pla y de Artà permanecen en alerta, una designación aplicada por primera vez en octubre debido a los niveles críticamente bajos de las aguas subterráneas y de los embalses. Aunque se pronostican nuevas precipitaciones durante la semana, los especialistas indican que los volúmenes esperados difícilmente tendrán un impacto significativo en la perspectiva general de la sequía.
Para los residentes de Mallorca – incluyendo su numerosa comunidad internacional y de expatriados – esta última actualización supone un recordatorio más de la delicada situación hídrica de la isla. Las autoridades insisten en que el uso responsable del agua sigue siendo esencial, especialmente cuando el invierno representa tradicionalmente un período clave para la recuperación de las reservas antes de la llegada de las temporadas más activas de primavera y verano.
La escasa respuesta de los niveles de los embalses ante el reciente temporal pone de relieve la complejidad que entraña la gestión de los recursos hídricos en una isla que depende en gran medida de la recarga natural. A medida que prosigue el seguimiento, los responsables enfatizan la importancia de ahorrar agua en la medida de lo posible para garantizar la estabilidad a largo plazo durante lo que se perfila como otro año hidrológico desafiante para Mallorca.
