Nidos abandonados de aves en el sur de España han resultado ser cápsulas del tiempo repletas de reliquias humanas; entre ellas, una sandalia de hace 700 años, un fragmento de máscara de cuero pintado e incluso un virote de ballesta medieval.
Estos extraordinarios hallazgos fueron descubiertos por arqueólogos de la Universidad de Granada, quienes estudiaron los hogares desertados del quebrantahuesos, una enorme ave rapaz que desapareció de Andalucía hace más de un siglo.
El investigador Sergio Couto, del Laboratorio de Arqueología Cultural de la universidad, reconstruyó el misterio consultando viejos libros de naturaleza, entrevistando a ancianos de la localidad y recorriendo las sierras remotas donde estas aves anidaban.
Cuando el equipo comenzó a excavar los nidos deteriorados en los acantilados, dieron con un auténtico tesoro. Entre pilas de huesos de animales y cáscaras de huevo – los restos de las aves – descubrieron 2.483 vestigios distintos. La mayoría eran huesos roídos de la dieta de los buitres, pero un asombroso 9% eran objetos manufacturados.
Entre ellos había 25 objetos tejidos de esparto, 72 piezas de cuero, 11 mechones de cabello y 129 fragmentos de tela. Un nido incluso contenía una esparteña completa del siglo XIII, perfectamente conservada gracias a las condiciones frescas y secas de la cueva.
Estos nidos, descritos por los científicos como “museos naturales”, ofrecen una visión única del pasado de España – desde herramientas agrícolas cotidianas y hondas hasta tesoros etnográficos comparables a los hallados en cuevas neolíticas.
El estudio, llevado a cabo en colaboración con el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), examinó más de 50 nidos abandonados entre 2008 y 2014. Doce fueron analizados capa por capa como en una excavación arqueológica, y los resultados acaban de ser publicados en la revista Ecology.
Los expertos indican que las cáscaras de huevo preservadas incluso podrían ayudar a rastrear la contaminación por pesticidas a lo largo de los siglos, arrojando luz sobre por qué el quebrantahuesos desapareció localmente – y qué se necesitaría para reintroducirlo.
Couto declaró: “Estos nidos son como museos ocultos que nadie ha tocado durante cientos de años. No solo nos hablan de los buitres – sino también de nosotros mismos.”
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