El legendario entrenador Nick Saban tuvo una infancia humilde. Sus padres no fueron a la universidad, pero los valores que le enseñaron, necesarios para triunfar en la vida, todavía los lleva consigo. El veterano de 73 años habló con los panelistas de "Pure Athlete" el sábado, donde compartió sus experiencias de vida, su carrera como entrenador, sus campeonatos y cómo creció bajo un padre estricto.
Compartió las tres lecciones más importantes que recibió, que lo ayudaron a ser una buena persona y a tener éxito dentro y fuera del campo de fútbol.
- La primera fue tener compasión por los demás. "Trata a las personas como te gustaría que te trataran a ti. Esto es clave para construir relaciones con jugadores, familia y cualquiera en tu vida", dijo Saban.
- La segunda fue sobre responsabilidad. Ser hombre significa tener un trabajo, ganarse la vida y admitir errores para mejorar. Esta cualidad debe ser natural. Él aprendió esto ayudando a su padre en la estación de servicio:
"Trabajé allí desde los 11 años y era responsable. No importaba si lavabas un carro, arreglabas una llanta o cortabas el pasto, al final del día había una evaluación. Si no lo hacías bien, tenías que repetirlo."A Nick Saban le costó entender la tercera lección
Para su padre, no se trataba de ganar, sino de ser la mejor versión de uno mismo. De joven, Saban solo quería ganar partidos y no le gustaba la idea de su padre. Pero luego entendió que vencer a alguien limita tu crecimiento, porque tu rival define cuánto puedes mejorar, incluso si podrías ser aún mejor.
Esto lo hizo ser constante. Practicaba al día siguiente, incluso si su equipo ganaba un campeonato nacional. Ese era el estándar de Bama que siguió por 17 años hasta su retiro el 10 de enero de 2024.
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Sobre el autor:
Deepesh es un apasionado del fútbol con años de experiencia cubriendo la NFL y la NCAA. Como editor y autor de miles de artículos, comparte su amor por el juego con historias increíbles. Cuando no trabaja, lo encuentras en el gimnasio, programando o viendo series.Editado por Victor R. Lopez M.