¿Por qué eligen carriles bici en lugar de arreglar los baches? ¿Por qué no defienden a los residentes en problemas como el hotel Cresta Court, que usan para alojar migrantes?
Y ¿por qué nuestras escuelas no son su prioridad, asegurando que cada familia tenga una plaza cerca de su casa?
Como Oposición Conservadora, nuestro trabajo es fiscalizar a esta administración laborista. Pero, con los años, el Partido Laborista de Trafford ha trabajado duro para quitarnos esa oportunidad.
La falta de control ya era evidente en todo Gran Mánchester.
Miren la Autoridad Combinada de Gran Mánchester del alcalde Burnham: aprobó un presupuesto de £2.6 mil millones para 2024/25 con solo 22 horas de revisión y siempre bajo presión.
Todos los paneles de control son elegidos por Andy Burnham, con solo cuatro puestos para partidos de oposición, todos aprobados por él.
No es raro que hayan malgastado £100 millones en el fracasado plan de Zona de Aire Limpio.
La gente normal se preocupa por lo básico, lo que ven y sienten en sus comunidades.
Tras ocho años de gobierno laborista en Trafford, apoyados por los Lib Dems que les ayudaron a llegar al poder, esas necesidades básicas se ignoran.
En Trafford, la situación es igual y empeora. El Partido Laborista tiene mayoría en el Comité de Fiscalización, decide qué revisar y básicamente se evalúa a sí mismo.
En el pleno del consejo, los concejales de oposición pueden proponer mociones para influir en políticas y cuestionar los fracasos de la administración, pero ahora hasta eso está restringido.
Uno podría preguntarse ¿por qué el consejo laborista no ha aprobado las cuentas de los últimos dos años?
En las reuniones, los grupos de oposición ahora solo pueden hacer dos preguntas por grupo y una moción, antes no había límites.
Nuestra última moción pidió urgentemente una nueva escuela. Los Verdes, en cambio, usaron la suya para pedir que no usen siglas en los documentos… ¡en serio!
Con solo seis reuniones al año, eso son solo seis mociones y 12 preguntas que podemos hacer, en nombre de los residentes, en todo un año.
Los nuevos límites de tiempo impuestos por el Partido Laborista dan solo 30 segundos para preguntas de seguimiento.
En la práctica, son solo seis minutos al año para cuestionar a esta administración en público.
Mientras, el Partido Laborista mantiene su equipo de Comunicaciones de £600,000, con ocho empleados publicando en redes que no nos preocupemos… pero todo apoyo a la oposición ha desaparecido.
Ya no tenemos asistentes políticos. Séamos sinceros, solo nos daban uno para ayudarnos con informes de 900 páginas o analizar decisiones que nos avisan con solo 24 horas.
Si esto no es el peor ataque contra la fiscalización en Trafford, pronto lo será.
Vamos hacia un sistema donde la democracia es teatro: solo actuación, sin poder.
El espectáculo debe continuar, y seguiremos luchando, pero necesitamos su ayuda.
Nathan Evans es el líder de los Conservadores de Trafford.