La Región de Murcia ha registrado uno de los crecimientos económicos más sólidos de España durante las últimas dos décadas, con un aumento de su Producto Interior Bruto (PIB) del 160,4 por ciento desde el año 2000, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento sitúa a Murcia en el tercer puesto del ranking nacional, solo por detrás de Madrid y las Islas Baleares.
Una expansión sostenida durante veinte años
Desde el cambio de siglo, la economía murciana ha experimentado una expansión continuada, impulsada por su potente sector agrícola, la actividad exportadora y la creciente inversión en energías renovables. El crecimiento del PIB regional ha superado con creces al de muchas otras zonas de España, lo que evidencia la transición de Murcia de una economía predominantemente agraria hacia una estructura más diversificada.
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En este período, la contribución de Murcia al PIB nacional ha crecido en 0,14 puntos porcentuales, reflejando su mayor peso en la economía del país. No obstante, en lo que al PIB per cápita se refiere –la producción económica por habitante–, el avance ha sido más moderado. Entre 2000 y 2024, el PIB por persona en Murcia aumentó un 94,3 por ciento, situándose entre los cinco incrementos regionales más bajos de España. La renta media de la región, de 26.572 euros, continúa siendo la cuarta más baja a nivel nacional.
Madrid y Baleares a la cabeza del crecimiento nacional
A nivel nacional, Madrid mantiene su liderazgo en rendimiento económico con un crecimiento del PIB del 178,9 por ciento, seguida por las Islas Baleares con un 170,2 por ciento. Ambas regiones se sitúan holgadamente por encima de la media española, que ronda el 146 por ciento. Madrid superó a Cataluña como la economía autonómica más grande en 2017 y hoy aporta casi el 20 por ciento del total de la producción nacional.
Por el contrario, regiones como Castilla y León, Asturias y Cantabria han registrado crecimientos más débiles, entre el 109 y el 121 por ciento desde 2000. Estas cifras subrayan la heterogeneidad de la expansión económica española durante los últimos 24 años, en los que algunas comunidades han avanzado a un ritmo muy superior al de otras.
Recuperación postpandemia: una tendencia firme
La economía murciana también ha demostrado resiliencia en los años posteriores a la pandemia de COVID-19. Entre 2019 y 2024, la economía regional creció un 27 por ciento, acercándose a la media nacional. Baleares, Madrid y Castilla-La Mancha anotaron las recuperaciones más vigorosas, cada una por encima del 29 por ciento.
A pesar de los retos de los últimos años –inflación, encarecimiento energético y sequía–, las empresas murcianas se han adaptado con notable eficacia. Las exportaciones agrarias, especialmente de frutas, hortalizas y vino, mantienen un desempeño robusto, al tiempo que nuevas inversiones en energía solar y logística contribuyen a una mayor diversificación económica.
Un papel creciente en la economía futura de España
Aunque Murcia aún se rezaga respecto a las regiones más ricas en PIB per cápita, su crecimiento global pone de manifiesto un desarrollo constante y una notable capacidad de adaptación. La región ha ido ganando peso en sectores como las energías renovables, la agricultura sostenible y la manufactura tecnológica, ámbitos que se prevé que tengan un papel más relevante en la transición ecológica española.
Las autoridades regionales, además, han fomentado la inversión mediante mejoras en infraestructuras y políticas favorables a los negocios. Los puertos, las conexiones viarias y los polígonos industriales de Murcia siguen atrayendo a compañías nacionales e internacionales, afianzando su reputación como una región competitiva y con visión de futuro.
Los economistas señalan que el progreso de Murcia demuestra cómo regiones de menor tamaño pueden mantener un crecimiento económico sólido mediante la innovación y la diversificación. La continuidad en la inversión en infraestructuras y educación podría ayudar a cerrar la brecha de renta con las zonas más desarrolladas de España.
La evolución de Murcia prosigue
Pese a los desafíos pendientes, como la renta media inferior y la dependencia de una agricultura intensiva en agua, la trayectoria general de Murcia es una historia de resiliencia y progreso. Los datos confirman que, en las dos últimas décadas, la región ha construido una economía más equilibrada y orientada al futuro.
Con su combinación de tradición e innovación, Murcia se percibe ya como una de las historias de éxito emergentes en el panorama autonómico español, demostrando que un crecimiento consistente y un desarrollo estable pueden marcar una diferencia duradera en la prosperidad de un territorio.