Una mujer fue quemada viva por una multitud en el estado de Níger, al norte de Nigeria, después de que la acusaran de blasfemar contra el Profeta Mahoma, según dijeron las autoridades.
La policía condenó el asesinato de la mujer -identificada en los medios locales como una vendedora de comida llamada Amaye- calificándolo de “justicia de la selva”, y dijo que se está investigando para arrestar y procesar a los responsables.
Medios locales citan a testigos que dicen que un hombre le propuso matrimonio en broma a la vendedora, y su respuesta fue considerada blasfema por algunas personas de la zona.
“Desafortunadamente, esto llevó a un ataque de la multitud, y [ella] fue incendiada antes de que un refuerzo de seguridad pudiera llegar al lugar”, dijo el portavoz de la policía estatal, Wasiu Abiodun.
Él pidió a los miembros del publico que mantengan la calma y que no tomen la justicia por su propia mano tras el asesinato ocurrido el sábado en la ciudad de Kasuwan-Garba.
Estos asesinatos no son poco comunes en el norte de Nigeria, donde la blasfemia es considerada un delito bajo la ley islámica (Sharia), que funciona junto con la ley secular en 12 estados mayormente musulmanes.
Al menos otras dos personas han sido linchadas por acusaciones similares en los últimos tres años, y los críticos señalan que no se hace lo suficiente para prevenir estos crímenes que han afectado tanto a musulmanes como a cristianos.
En 2022, una estudiante llamada Deborah Samuel fue golpeada y quemada viva en el estado de Sokoto después de ser acusada de hacer comentarios blasfemos.
El año pasado, un carnicero, Usman Buda, fue apedreado hasta la muerte en el mismo estado bajo circunstancias similares.
Aunque la constitución de Nigeria defiende la libertad de expresión, el país sigue muy dividido en temas de fe y justicia.
La Corte Suprema de Nigeria ha dictaminado en el pasado que las acusaciones de blasfemia deben probarse en un tribunal de justicia.
