Moras silvestres maduras — cójalas con moderación y de forma legal.
Crédito: Wut_Moppie, Shutterstock
Todos lo hemos hecho: agarrar un cubo, encontrar un sendero soleado y empezar a llenarlo de moras brillantes. Es uno de los grandes rituales británicos del final del verano. Pero hay una pega.
Si recolecta en el lugar equivocado, arrasa un seto por completo o pisotea lo que le rodea, podría enfrentarse a una multa de hasta unos 350 € —y causar un daño real a la fauna en el proceso.
¿Es legal recoger moras en el Reino Unido? En su mayoría —aquí está el detalle
Según la Ley de Robos de 1968, se pueden tomar las ‘Cuatro Ces’ —flores, frutos, hongos y follaje— para uso personal, siempre que no se arranque la planta de raíz y no se venda lo recolectado. Esto cubre los lugares clásicos: caminos rurales, senderos públicos, tierras comunales y muchas vías pecuarias.
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El problema surge con el acceso y las ordenanzas municipales:
* Se necesita el permiso del propietario en terrenos privados —de lo contrario, se comete una invasión de propiedad.
* Muchas reservas naturales, SSSI (Sitios de Especial Interés Científico) y varios Parques Reales prohíben totalmente la recolección. Los guardas pueden imponer multas incluso si solo ha cogido un puñado.
* Las ordenanzas locales establecen las sanciones, que en la práctica pueden oscilar entre unos 115 € y 350 €.
En resumen: si hay un cartel que dice que está prohibido recolectar, créaselo. Si no está seguro de si un seto está en terreno privado, déjelo o pregunte.
Por qué existen las normas: los setos son supermercados de vida silvestre
Los ecólogos señalan que los setos son un salvavidas. Mirlos, zorzales, ratones, lirones, abejas e innumerables insectos dependen de las zarzas para alimentarse y refugiarse hasta bien entrado el otoño. Arrasar un arbusto o abrirse paso a travéz de la maleza no solo queda mal —daña el hábitat y puede propagar enfermedades a través de tallos húmedos y rotos.
Una mentalidad simple ayuda: tome un poco, continúe, deje bastante. Si todo el mundo llenara un congelador de un solo seto, no quedaría nada para los pájaros —o para la siguiente familia que salga a pasear.
Recolecte con amabilidad: cómo llenar su cubo sin la multa
Manténgalo amigable, legal y sostenible con unos cuantos hábitos avispados:
**Compruebe el lugar primero.** Busque paneles de ordenanzas en las entradas de parques y reservas. En granjas y caminos privados, el permiso es crucial —una palabra rápida con el dueño puede ahorrarle una conversación incómoda más tarde.
**Recolecte con ligereza.** Elija los racimos maduros y de fácil acceso, luego siga adelante. Deje la fruta de la parte superior y del interior del matorral para la fauna. Si está rompiendo varas para alcanzar más, lo está haciendo mal.
**Cuide su pisada.** No se salga de los senderos, evite pisar los bordes y las flores silvestres, y nunca se adentre en los setos. Lleve a los perros con correa cerca del ganado y de las aves que anidan en el suelo.
**Solo para uso personal.** ¿Mermelada para la familia? Precioso. Vender fruta recolectada, pasteles o jarabes es un asunto legal completamente distinto.
**Momento e higiene.** De agosto a principios de octubre es la temporada alta. Recoja en días secos (la fruta húmeda se estropea rápido y recoger mojado propaga enfermedades). Enjuáguelas en casa; no las lave en el seto.
**Sepa cuándo parar.** Si un guardabosques, guarda o agricultor le pide que se marche, sea educado y váyase. Ningún crumble vale 350 €.
La recolección de moras es genial —nos saca al aire libre y convierte un paseo nocturno en postre. Siga las normas de acceso, tome con moderación y trate los setos como despensas compartidas, no como tiendas gratis. Haga eso y volverá a casa con los dedos morados, el cubo lleno y sin una multa ensombreciendo su tartaleta.
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