El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Orihuela ha condenado al alcalde de Dolores, Joaquín Hernández (PSOE), y a un residente local, José María Argilés, por lesiones leves tras un altercado en la plaza del pueblo el 9 de agosto.
El alcalde fue multado con 900 euros, más 90 euros en concepto de compensación civil, mientras que Argilés recibió una multa de 600 euros. Ambos fueron sancionados a razón de 10 euros al día, aunque por diferentes duraciones, tres meses para Hernández y dos meses para Argilés.
El incidente ocurrió cuando Argilés, saliendo de un bar con amigos, se encontró con el alcalde y ambos intercambiaron insultos antes de enfrentarse físicamente. Según se informa, Argilés agarró la camisa de Hernández, lo que provocó que Hernández lo tomara por las muñecas y los hombros, lo que llevó a que ambos hombres cayeran.
La policía observó lesiones, incluidos moratones en Argilés, quien atribuyó el sangrado a una afección cutánea.
Inicialmente, ninguna de las partes presentó una denuncia, pero ambas lo hicieron más tarde. En el juicio, el alcalde afirmó que había soportado años de insultos y amenazas por parte de Argilés y actuó solo en defensa propia.
Argilés, por su parte, acusó al alcalde de iniciar el ataque. Los testimonios de los testigos eran contradictorios y parecían sesgados en función de las relaciones personales, lo que llevó al juez a dictaminar que ambas partes usaron violencia.
El juez concluyó que las acciones de Hernández no fueron meramente defensivas y que el altercado involucró una agresión mutua.
Hernández ha apelado la sentencia y también ha acusado al Partido Popular de aprovechar el incidente para dañar su reputación.
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