Una mujer de Wisconsin de 22 años, que casi mata a puñaladas a una compañera de clase para impresionar al personaje de terror Slender Man, se cortó la pulsera de monitoreo, abandonó un hogar grupal y está desaparecida, según informaron las autoridades el domingo.
Morgan Geyser fue vista por última vez en la zona de Kroncke Dr. alrededor de las 8 p.m. del sábado con un conocido adulto, dijeron oficiales de la ciudad. Se desconoce su paradero desde la mañana del domingo.
La policía publicó una imagen reciente de Geyser capturada por un video de seguridad.
Morgan Geyser, vista en imágenes de seguridad recientes, está desaparecida después de que aparentemente se cortó su pulsera de localización y abandonó un hogar grupal en Madison, Wisconsin.
Departamento de Policía de Madison
Geyser vivía en un hogar grupal después de ser liberada este año del Instituto de Salud Mental Winnebago, un hospital psiquiátrico donde pasó los últimos siete años. Su liberación ocurrió después de que tres expertos testificaran que había progresado en su lucha contra la enfermedad mental.
Geyser y su amiga, Anissa Weier, atrajeron a Payton Leutner a un parque en Waukesha después de una pijamada en 2014. Geyser apuñaló a Leutner 19 veces mientras Weier la animaba. Las tres niñas tenían 12 años en ese momento.
Geyser y Weier huyeron después del ataque pero fueron arrestadas mientras caminaban por la Interestatal 94. Dijeron a los investigadores que atacaron a Leutner para ganar el derecho de ser sirvientes de Slender Man y temían que él haría daño a sus familias si no lo hacían. Habían planeado caminar hasta la mansión de Slender Man en el norte de Wisconsin después del ataque.
Leutner sobrevivió por muy poco. Geyser finalmente se declaró culpable de participación en homicidio intencional en primer grado en 2017, pero alegó que no era responsable debido a su enfermedad mental. Al año siguiente, el juez Michael Bohren la envió a un hospital psiquiátrico por 40 años.
Weier se declaró culpable de participación en homicidio intencional en segundo grado con un arma peligrosa en 2017, pero al igual que Geyser, alegó enfermedad mental y no responsabilidad por sus actos. Fue internada en un hospital mental por 25 años, pero obtuvo su liberación en 2021 después de aceptar vivir con su padre y usar un localizador GPS.
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