Cerca de medio centenar de personas se manifestaron frente a un camping en la zona de Cartagena, Murcia, tras el presunto suicidio de una residente británica el pasado viernes, presa de la preocupación por su futuro en el lugar.
La protesta del domingo contó con la participación de miembros de la Asociación Cala Morena.
Agitaron pancartas ante las puertas del camping El Portus, exigiendo justicia para Margaret Stewart, de 82 años.
LA PROTESTA DEL DOMINGO
Margaret había vivido con su esposo, Collin, de 89 años, en ese espacio nudista durante 36 años, y había invertido todos sus ahorros en su vivienda.
Su cuerpo fue hallado en el interior de su propiedad el viernes por la tarde, y la Guardia Civil está investigando las circunstancias de su fallecimiento.
Los manifestantes afirmaron que su estado mental se había deteriorado debido a la presión de no saber si podrían permanecer por más tiempo en El Portus.
Los problemas comenzaron hace dos años, cuando el camping fue adquirido por Newtown Capital S.L.
El total de 400 residentes permanentes existente a finales de 2023 se ha reducido ahora a apenas 20, entre acusaciones de ‘desalojos forzosos’ mediante tácticas ilegales y restricciones de acceso, además del derribo de propiedades sin justificación aparente.
Los ecologistas alegan que las nuevas viviendas modulares de substitucción han tenido un impacto negativo en la zona, algo que Newtown Capital niega, enfatizando que todos los cambios realizados son legales.
También se han producido acusaciones sobre el uso de violencia contra los residentes.
Newtown desmintió dichos comentarios, señalando que no ha habido ‘desalojos forzosos’ ni ‘violencia’.
Respecto a los problemas afrontados por los Stewart, un amigo de la pareja, Miguel Almagro, relató que sufrían cortes de agua y luz que se prolongaban ‘durante días’.
Además, vivían con el ‘temor constante’ de que se les impidiese el acceso a su propia vivienda si salían de ella.
Javier Suárez, manifestante y antiguo residente del camping, declaró que el Ayuntamiento de Cartagena aprobó una moción en noviembre de 2023 para mediar entre Newtown y los residentes, pero no ocurrió nada.
“Al final tuvo que haber una muerte, y no sabemos qué más tiene que pasar para que esto se solucione”, afirmó Suárez.
El consistorio señaló que los Stewart habían rechazado en tres ocasiones la ayuda de sus servicios sociales para encontrar un nuevo alojamiento.
Suárez comentó: “Esa era la solución que se les ofrecía, pero ¿de verdad querían ir a un lugar que no les pertenecía?”.
“Ellos solo querían permanecer en su hogar y que alguien les explicase por qué tenían que marcharse”.
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