La grandiosidad del Royal Ascot ha sido complicada esta semana debido al calor extremo, ya que decenas de asistentes fueron atendidos por problemas relacionados con las altas temperaturas. Solo en el Ladies’ Day del miércoles, al menos 42 personas necesitaron atención médica en el lugar, y una incluso fue hospitalizada por sospecha de insolación. ¡Claro, si mezclamos sol y alcohol, no podemos esperar nada bueno!
El prestigioso evento hípico de cinco días, famoso por su elegancia, moda y presencia real, coincidió con una ola de calor que azotó el sur de Inglaterra. Las temperaturas alcanzaron casi 30 °C —sí, los que estamos en España podríamos reírnos, pero esto dejó a los espectadores sofocándose en su vestimenta formal. Los servicios de emergencia y las carpas médicas estuvieron ocupados tratando síntomas, desde mareos y deshidratación hasta agotamiento por calor.
En respuesta, los organizadores desplegaron ventiladores de nebulización adicionales, aumentaron el acceso a agua potable gratuita y habilitaron áreas de descanso con sombra. Se insistió en anuncios recordando hidratarse (y no, no me refiero a una copa de champán) y usar protección solar. A pesar de las condiciones, más de 40.000 personas asistieron el miércoles.
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La UK Health Security Agency emitió una alerta ámbar por calor durante la semana, advirtiendo riesgos para grupos vulnerables, especialmente niños y ancianos.
Las Carreras Continúan
Pese al calor agobiante, las carreras siguieron sin interrupciones. Claro, ¿por qué iba a afectar a los caballos galopar bajo 30 grados? Los entrenadores y veterinarios estuvieron alerta, pero aseguraron que los purasangres aguantaban bien… además, ¡las apuestas ya estaban hechas! Y como saben, el dinero va antes que el bienestar animal. (Eso último quizá lo añadí yo).
Se tomaron medidas para proteger a los caballos: unidades de nebulización móviles, más de 3.000 litros de agua helada y riego nocturno de la pista para mantenerla “Good to Firm”. Total, lo único peligroso sería el estado de la pista, no el calor.
Entrenadores destacados, como los de las cuadras de Aidan O’Brien, afirmaron que los caballos están bien acondicionados para tolerar el calor… aunque él no es un caballo, así que ¿cómo sabría?
Por suerte, la Gold Cup del jueves transcurrió sin incidentes, con Trawlerman de Godolphin ganando en un tiempo récord de 4:15.02.
El Royal Ascot, icono del verano británico, deberá replantear su enfoque ante los extremos climáticos. Aunque el espectáculo continuó, esta semana evidenció la necesidad de mayor preparación. Ojalá también reconsideren el horario para evitar las horas más calurosas… por el bien de los caballos.
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